El príncipe Harry y Meghan Markle celebraron el bautizo de su primogénito acompañados por los duques de Cambridge, Kate Middleton y el Príncipe William, así como por su padre, el príncipe Carlos y su esposa Camilla, la duquesa de Cornualles este sábado. Mientras que los nuevos padres estuvieron rodeados de sus seres queridos, entre ellos la madre de Meghan, Doria Ragland y las hermanas de la princesa Diana, Lady Sarah McCorquodale y Lady Jane Fellowes, la reina Isabel II y el príncipe Felipe estuvieron notablemente ausentes.
La máxima figura de la monarquía británica no asistió a la ceremonia de bautismo de su más reciente nieto debido a compromisos reales anteriormente anunciados por los voceros de la realeza. Por su parte, la experta en temas de la familia real británica, Katie Nicholl, expresó este martes que tenía conocimiento de que la reina Isabel no estaría presente en el familiar evento. «Creemos que la reina no está presente allí debido a un choque de compromisos anteriormente programado. Y tampoco esperamos que el duque de Edimburgo esté presente».
El bautizo del bebé Sussex tuvo lugar en una pequeña ceremonia privada conducida por el Arzobispo de Canterbury en la Capilla Privada del Castillo de Windsor. Las fotos oficiales del día especial del pequeño tomadas por el fotógrafo Chris Allerton fueron publicadas después de la ceremonia. Los padrinos de Archie no fueron revelados. La reina también estuvo ausente para el bautismo del príncipe Louis en julio de 2018. En aquella ocasiòn, ella se retiró del evento debido a los asuntos reales anteriormente programados. Sin embargo, asistió a los bautizos de príncipe George y la princesa Charlotte.
Por su parte, Harry y Meghan señalaron en una reciente entrevista que estaban ansiosos por darle a su bebé Archie «una vida lo más normal posible». «Creo que la pareja está decidida a darle a Archie una vida lo más normal posible», dijo Nicholl. «El príncipe Harry creció teniendo una niñez en medio en medio del ojo público, nunca estuvo lejos de las cámaras, y en algunos momentos de su vida fue algo que le causó molestia». En tal sentido se entiende que los duques de Sussex hayan tomado la decisión de mudarse a su privada residencia en Frogmore.
Recientemente se supo que la propiedad fue remodelada por exigencia de los duques de Sussex. La remodelación tuvo un costó 2,4 millones de euros tomados del fondos públicos, en su equivalente en dólares se estiman unos 3 millones. Frogmore Cottage, una residencia privada que esta constituida por cinco residencias independiente muy cercanas del Castillo de Windsor, a unos 34 kilómetros al oeste de Londres. Las propiedades originales fueron unificadas en una sola propiedad para que el Príncipe Harry y su esposa pudieran establecer su familia.
La pareja, la cual se mudó a la propiedad después de vivir por una temporada en el Palacio de Kensington ubicado en Londres durante el mes de abril, previendo el nacimiento de su hijo Archie, compró con su propio dinero los muebles de la residencia. Frogmore Cottage se encuentra ubicado en los terrenos pertenecientes a la residencia real Frogmore House, donde Harry y Meghan celebraron la recepción de su boda durante el mes de mayo de 2018. La pareja recibió la propiedad, construida en el siglo XIX, de parte de la reina Isabel, y la renovación corrió por cuenta de la asignación real.
