Jennifer Aniston habló en una reciente entrevista sobre el impacto que el movimiento #MeToo ha tenido en su próxima serie dramática «The Morning Show«, y sus propios encuentros con el productor Harvey Weinstein. La actriz aparece en la próxima edición de la revista Variety Power of Women, donde reflexionó sobre cómo ella y su coprotagonista y coproductor de Morning Show, Reese Witherspoon, estuvieron desarrollando la serie antes de que #MeToo se hiciera un movimiento público que generó un cambio en la industria.
«El programa fue recogido. Se lo vendimos a Apple como un bosquejo. Luego, unos cuatro meses después, todo el asunto se hizo muy público llegando a la audiencia», reveló Aniston. «Básicamente tuvimos que comenzar desde cero», agregó. En la serie, Aniston interpreta a un respetada y experimentada presentadora de noticias matutinas llamado Alex Levy, cuyo copresentador desde hace mucho tiempo, Mitch Kessler (interpretado por Steve Carrell), es despedido luego de que fuera acusado de conducta sexual inapropiada.
La historia detrás del programa
El lugar es ocupado por una periodista de televisión local más joven y ambiciosa llamado Bradley Jackson (interpretada por Witherspoon), quien se pone en el centro de atención mientras toma un puesto de alto perfil. Si bien la versión original de la próxima serie de Aniston se ocupó de develar cómo es el mundo de los nuevos programas de televisión matutinos, el incidente sucedido en el programa Today en 2017 por Matt Lauer, inspiró el guión de The Morning Show, el cual muchos han señalado dibuja algunos paralelos con el escándalo de alto perfil.
«Fui al set de Today antes de que Matt Lauer fuera despedido y luego del día en que fue despedido porque fue muy fascinante verlo», compartió Aniston. Sin embargo, enfatizó que el personaje de Mitch Kessler interpretado por Carrell no se basa en Lauer «en absoluto», sino que es más bien un «arquetipo que representa a todos los hombres en ese posición». Si bien es completamente ficticio, Kessler, como un presentador deshonrado, solo tiene la intención de resaltar «aspectos del arquetipo de un narcisista encantador, de una generación de hombres que no creían que fuera un mal comportamiento».
Una situación incómoda
En la vida real, el notorio prototipo del villano #MeToo se puede encontrar en Harvey Weinstein, el ex productor deshonrado cuya caída provocó el movimiento revolucionario. Aniston reveló que alguna vez tuvo sus propios enfrentamientos abrasivos con Weinstein que ejemplificaron su comportamiento supuestamente brutal y hostigador. La actriz recordó haber trabajado en una película producida por Weinstein y The Weinstein Company, la película de suspenso del crimen Derailed de 2005, la cual protagonizó junto a Clive Owen. En la entrevista Aniston señaló que el poco tiempo que tuvo para interactuar con Weinstein fue menos que agradable.
«Hubo la cena de estreno. Recuerdo que estaba sentado en la mesa con Clive, y nuestros productores y un amigo mío estaban sentados conmigo. Y literalmente vino a la mesa y le dijo a mi amigo: ‘¡Levántate!’ Y yo simplemente dije: ‘Oh, Dios mío’. Y entonces mi amigo se levantó y luego Harvey se sentó», recordó Aniston. «Fue un comportamiento brutal». La actriz señaló que Weinstein solo quería intimidarla. Aniston recordó cómo el estreno de Derailed se produjo al mismo tiempo que el lanzando de la línea de ropa Marchesa, de la ex esposa de Weinstein, Georgina Chapman, y recordó cómo el productor intentó forzarla a promover la marca de moda.
