La nueva película de Warner Bros., Guasón, estableció un nuevo récord en la taquilla de octubre. Según las fuentes, la nueva película del clásico villano de Batman recaudó un estimado de 93.5 millones de dólares en venta de entradas por su primer fin de semana de proyección en los teatros de Estados Unidos. El año pasado, Venom (la secuela de Spider-Man) fue la película que rompió récord durante el mes de octubre recaudando 80 millones de dólares.
Por tratarse de una película que desarrolla una temática violenta, múltiples cadenas de teatros y salas de proyección prohibieron el uso de disfraces y en numerosas ciudades de la nación estadounidense se intensificó el patrullaje policial alrededor de los teatros. Según señalaron las fuentes, las medidas de seguridad no distrajeron al público. Protagonizada por Joaquin Phoenix en el papel titular, “Guasón” superó las expectativas de la industria, así como su presupuesto de producción de 55 millones de dólares.
La impecable actuación de Phoenix trajo consigo un arduo trabajo del actor para poder llegar a intepretar ese papel tan difícil, que le podría hacer ganar el Oscar. En entrevista para la revista Acces, detalló los grandes esfuerzos que tuvo que realizar para dar vida a este personaje llegando a perder 23 kilos en 4 meses. “A veces me alimentaba solo con una manzana al día. También tomaba, entre otras cosas, verduras y pescado.”
“Trabajé con un médico de confianza que me orientaba y se encargaba de controlar todo el proceso», continuó diciendo Joaquin. Además, reveló que su estricta dieta afecto drásticamente su comportamiento. «Comer poco me afectó psicológicamente. Uno empieza a enloquecer cuando pierde esa cantidad de peso en tan poco tiempo”, incluso aseguró que la pasaba realmente mal por no poder comer la comida que le gustaba. «Todd Phillips traía continuamente pretzels, que me encantan, su oficina estaba llena de ellos. Le encantan y los llevaba para el resto de la gente. Fue realmente duro tener que contener las ganas de comérmelos».
El actor de 44 años, quien lleva 3 nominaciones al Oscar, comentó que a pesar del inhumano esfuerzo que tuvo que hacer para llegar al peso ideal para el personaje, se sintió bastante cómodo interpretándolo delante de las cámaras. “Al estar tan delgado sentí que era capaz de mover mi cuerpo de maneras que nunca había podido y creo que eso realmente aportó personalidad al personaje. Había previsto que con la pérdida de peso sentiría insatisfacción, hambre, debilidad y una especie de vulnerabilidad. Pero no pensé en la sensación de fluidez a la que llegué».
