Angelina Jolie y Brad Pitt supieron ser una de las mejores parejas de Hollywood. Pero desde que terminó, están envuelto en una de las guerras legales más largas del mundo de las celebrities. La expareja lleva intentando desde hace casi tres años llegar a un acuerdo de divorcio que sea satisfactorio para ambos.
Al principio parecía que la principal traba para firmar su separación era la custodia de los hijos que comparten. Angelina consideraba que lo mejor era que vivieran con ella porque Brad no estaba pasando por su mejor momento personal. Claro que el actor no estaba dispuesto a conceder este deseo, y la batalla legal entre ellos fue más movida de lo esperado.
Por suerte para los hijos, al final la cordora se impuso y mediante una mediadora para evitar un juicio, al final del 2018 ambos acordaron que lo principal era proteger los intereses de los niños, por lo tanto, acordaron que los dos se quedarían con la custodia. Este trato le permitió a Brad retomar la relación con ellos, que había quedado bastante dañada y distante luego del divorcio.
Pero si parecía que el final feliz estaba cerca, estábamos equivocados, ya que ahora nos enteramos que la pareja encontró otro punto de discordia que obliga a retomar el trabajo de sus abogados: su gran patrimonio económico. Según reveló el medio The Blast, que tuvo accesos a los documentos judiciales, los actores no tienen en claro cuál es la mejor manera de dividir la inmensa fortuna que lograron como matrimonio.
El mayor problema quizás es decidir quién se queda con el Chateau Miraval, la enorme mansión francesa en el medio de inmensos viñedos que compraron en 2011 y que pensaban dejar en herencia a sus hijos. Aun así, según comentan fuentes cercanas a ambos artistas, esta vez las negociaciones están siendo muy amables por lo que no deberían tardar mucho en llegar a un acuerdo que beneficie a ambos.
