Cuatro años estuvieron Kim Kardashian y Kanye West para construir su casa y ahora pueden alardear de los resultados. La mansión, valuada en 60 millones de dólares, se encuentra en Hidden Hills, California (Estados Unidos), y cuenta con lujosas comodidades para el matrimonio y sus hijos. Tiene un enorme dormitorio principal, viñedos, cancha de tenis, varias piletas y un estudio de música para el rapero.
Se sabe que la pareja gastó hasta 20 millones de dólares en la renovación y Kim parece estar más feliz que nunca por la inversión. Hace unos meses la empresaria grabó una entrevista en donde el periodista le hace 73 preguntas espontaneas en la comodidad de su casa. Esa fue la oportunidad perfecta para que sus seguidores conozcan los detalles de su vivienda.
Kim denominó su casa como un “monasterio minimalista”, por la falta de muebles y el color. Durante la sesión de preguntas, Kim muestra varios espacios de su casa. De hecho, muestra un baño donde la ducha es tan grande que entran todos sus hijos. Además detalló que la decoración estuvo pensada en su familia.
El lunes la socialité cumplió 39 años y recibió mucho amor y regalos lujosos de parte de sus amigos y familiares. Sin embargo, el regalo más dulce de todos vino de parte de su esposo Kanye. Kim fue a su cuenta de Twitter para compartir la foto de un certificado de donación. Junto a la imagen explicó cómo West dio una increíble cantidad de dinero a algunas de las organizaciones benéficas más cercanas a su corazón.
“Recibí regalos increíbles de toda mi familia, pero Kanye me dio el regalo más increíbles. Donó 1 millón de dólares a las organizaciones benéficas que están trabajan duro para lograr la reforma de la prisión en mi nombre, por el suyo y por los niños”, dijo la estrella de televisión. “¡Esto hace que mi corazón sea tan feliz!”, continuó diciendo. Según el documento, la suma considerable se otorgó a cuatro organizaciones benéficas dedicadas a la reforma de justicia penal: Cut 50, Buried Alive Project, Equal Justice Initiative y Anti-Recidivism Coalition.
