El príncipe Carlos ha sido víctima de un escándalo y muy elaborada estafa de arte. El sábado, se reveló que varias de las obras de arte ubicadas en la finca Dumfries House en Escocia aparentemente fueron falsificadas por un artista estadounidense. La noticia se supo cuando el artista y falsificador convicto, Tony Tetro, reveló al Daily Mail que falsificó varias de las piezas, incluidas Monet, Dali y Picasso, las cuales fueron prestadas a la casa con un valor de 134 millones de dólares.
La Casa Dumfries, ubicada en Ayrshire, ha sido parte de la Fundación del príncipe Carlos desde 2007. La Fundación del príncipe fue establecida en 1986 y sirve como un programa orientado a la preservación arquitectónica y artística. Según el sitio web de la fundación: “La Fundación del Príncipe apoya a las personas a crear comunidad. Ya sea defendiendo un enfoque sostenible sobre cómo vivimos nuestras vidas y construimos nuestros hogares, enseñando artes y habilidades tradicionales y restaurando sitios históricos, o cuidando lugares para visitar para que todos disfruten».
Las falsificaciones de las obras
En un comunicado dado a la revista People, un portavoz de la Fundación del Príncipe dijo: «Dumfries House acepta de vez en cuando obras de arte prestadas por individuos y organizaciones como la Galería Nacional de Escocia». Las obras de arte fueron removidas tras las revelaciones de Tetro. La Casa Dumfries no tuvo ningún papel en verificar la autenticidad de las obras de arte. Las falsificaciones de Tetro estuvieron vinculadas a una colección más amplia de 17 obras de arte proporcionadas a la Casa Dumfries por James Stunt, un ex traficante de lingotes y exesposo de la heredera de Fórmula 1, Petra Ecclestone.
Cuando se le preguntó acerca de las falsificaciones, Stunt dijo al Daily Mail: «Ninguna de mis obras es falsa». Tetro reprendió el reclamo afirmando: «James sabía que eran míos». Por su parte, se sabe que la Reina «cederá sus poderes» al Príncipe Carlos cuando ésta cumpla 95 años, ha afirmado un experto real. Su Majestad cumplió 93 años en abril, pero podría presentar la Ley de Regencia de 1937 en dos años para ceder la «mayoría de los deberes» a su hijo y heredero al trono. La Ley permite que un monarca reinante entregue el poder si siente que no puede realizar plenamente sus deberes.
Los deberes de la reina
La reina mantendría su título real, pero Charles, de 70 años, daría un paso al frente para cumplir la mayoría de sus deberes, con su esposa, mientras que el príncipe Felipe, de 98 años, se convertiría en el Guardián de la Reina. Para que se apruebe, el Príncipe Felipe, junto con un portavoz de las Casas del Parlamento y una tercera persona de alto rango, tendrían que proporcionar evidencia que respalde la solicitud de la Reina.
