A pesar de que se está por casar por tercera vez, Scarlett Johansson compartió con la revista Vanity Fair lo difícil que fue para ella enfrentarse a sus divorcios previos, lo que la llevó a recordar las verdaderas razones que la llevaron a separarse de Ryan Reynolds. Cuando se casó la actriz tenía expectativas muy altas de lo que era el matrimonio, y ahora según ella ha madurado con respecto al tema.
“La primera vez que me casé tenía 23 años y claramente no entendía el matrimonio. Puede ser que, de alguna manera, hiciera algo romántica la idea. Ahora estoy en otro punto de mi vida, siento que estoy en una situación en la que puedo tomar decisiones de forma más activa. Estoy mucho más presente que antes”, dijo la intérprete de Black Widow.
Ahora la estrella de 35 años afronta de una forma más madura y serena su futuro sentimental. Después de separarse por segunda vez con Romain Dauriac, con quien comparte una hija, el pasado mayo anunció que se volvió a comprometer con el cómico Colin Jost, con quien lleva un romance muy discreto y no se saben muchos detalles sobre su relación.
Durante la entrevista, fue ienvitable que Scarlett no tocara el tema de su divorcio con Ryan Reynolds, y actriz enfatizó en que la competencia que llegó a surgir entre ambos fue uno de los factores que derivaron en su separación definitiva. “Vivir con otro actor es complicado”, comenzó diciendo la estrella.
“Tiene que haber un entendimiento real de cómo compartes tu tiempo, especialmente cuando las carreras de las dos personas van al mismo ritmo. O incluso si la otra persona tiene más éxito que la otra lo cual se convierte en un reto. Ahí es cuando todo se hace competitivo.”, finalizó. Recordemos que Johansson y Reynolds comenzaron a salir en 2007, se casaron en 2008 y en diciembre de 2010 anunciaron su inesperada separación.
