En la tarde del martes, Donald Trump y su esposa Melania tuvieron una reunión con el príncipe Carlos y Camilla Parker Bowles en Clarence House. El presidente de Estados Unidos y la primera dama, que lució un impresionante abrigo amarillo de Valentino, llegaron ayer al aeropuerto de Stansted para asistir a la cumbre de la OTAN. Luego fue recibido por Kate Middleton y minutos antes, por la reina Isabel II.
Mucha polémica se armó en torno a quien recibiría al presidente, ya que no estuvieron presentes ni el príncipe Guillermo ni los duques de Sussex. En cuanto a Meghan y Harry, no estuvieron en la cita porque siguen pasando “tiempo familiar extendido” tal y como anunciaron hace unas semanas y al parecer su retiro del ojo público se extenderá hasta después de Navidad.
Con respecto al príncipe Guillermo, está en estos días en una gira internacional por Medio Oriente. Según el sitio E! News, el duque de Cambridge tiene pendiente visitar las naciones de Kuwait y Omán en los próximos cuatro días antes de volver a Reino Unido. Cabe destacar que tanto él como su esposa Kate conocieron a Trump el pasado junio durante un banquete organizado por la reina.
Harry por su parte, también lo conoció antes que ellos durante una exhibición en la que lo fotografiaron hablando con Ivanka Trump. Markle estaba esos días de baja por maternidad, pero la visita del presidente en la pasada primavera coincidió con un momento en el que Trump había llamado a Meghan desagradable por unos comentarios que había dicho en 2016, antes de convertirse en duquesa.
El martes durante la recepción al presidente de Estados Unidos en el palacio, ocurrió algo que quedo registrado y se hizo viral. Las imágenes muestran a Isabel II saludando junto al príncipe Carlos y Camilla de Cornualles al presidente Donald Trump y la primera dama Melania, mientras la princesa Ana está atrás de ellos sin hacer nada. Entonces, la reina ve a su hija y le hace un gesto impaciente con la mano con el que parece indicarle que se una a ellos para saludar a los Trump. La princesa Ana, sin embargo, se encoge de hombros y no se mueve de su lugar.
