La reina Isabel II es conocida por estrictas exigencias cuando de gastronomía se trata. Una de las ultimas en conocerse es bastante llamativa y la sacó a la luz el medio The Independent, que se hizo eco de lo que se cuenta en el libro de Karen Dolby titulado Queen Elizabeth II’s Guide to Life. En el mismo, entre otras cosas, se menciona que la monarca tiene una serie de normas en la mesa entre las que se incluye que nadie le sirva otro tipo de hielo en la bebida que no sean esférico.
El motivo de esta excentricidad es que a la reina no le gusta el tintineo del hielo en el cristal de sus copas. Esta exigencia se extiende a todas las bebidas, para ella y el resto de invitados, que se sirven en sus residencias. El escritor Brian Hoey, biógrafo no oficial de la reina, también había contado sobre esto, revelando que el príncipe Felipe creó una máquina de hielo que producía pequeñas bolas del agrado de la reina por ser mucho menos ruidosas.
Según parece la reina Isabel II no tiene planes de irse muy lejos del Palacio de Buckingham luego de su jubilación. Con respecto a los informes que ha surgirdo sobre el retiro de la monarquía de 93 años, un portavoz de la oficina del Príncipe Carlos señaló que no ha habido tales discusiones. “No hay planes para ningún cambio en los arreglos cuando la monarca haya cumplido la edad de 95 años, ni a ninguna otra edad”, dijo el portavoz.
A principios de esta semana, circularon informes de que con el reciente drama familiar que involucraba al Príncipe Andrew, la reina se apoyaba en su hijo y heredero, el Príncipe Carlos y el Príncipe William para pedir consejo, y muchos especulaban que cuando cumpliera 95 años, ella entregaría las riendas al príncipe Charles. Sin embargo, una fuente del palacio expresó a la revista People que había “interpretaciones excesivas sobre el papel de Charles en la decisión de rebajar el papel público de Andrew”.
La fuente también agregó que fue la decisión de la reina que su hijo dejara sus deberes reales después de su mandata. Según señalaron las fuentes,la reina no puede decidir retirarse del trono y entregárselo a su hijo, pues existe un proceso específico para ese tipo de arreglos. Según la biógrafa experta en temas de la familia real británica, Sally Bedell Smith, quien dijo a la publicación: “La reina no puede simplemente agitar una varita de reina y decirle a Charles que sea regente. No es su decisión”.
