El tiempo que ha tendido Katy Perry sido objeto en el centro de atención no siempre ha sido algo fácil de llevar. La cantante de 35 años habló en el último número de la revista Vogue India sobre por qué 2017 a 2018 fue períodos difícil en su vida. Ese lapso de un año siguió a su divorcio en 2012 de Russell Brand y fue durante un período fuera de su relación con su ahora prometido, Orlando Bloom. «Me deprimí y no quería levantarme de la cama», dijo la cantante.
«En el pasado, pude superarlo, pero esta vez sucedió algo que me hizo caer por muchos tramos de escaleras. Realmente tuve que emprender un viaje de salud mental», explicó. Parte de ese viaje de bienestar incluyó trabajar en sí misma, mientras que otro aspecto de la curación se encontró a través de su relación con Bloom, con quien se comprometió el día de San Valentín. «He hecho mucho trabajo mental, espiritual y emocional en los últimos años. La mayor mentira que nos han dicho como artistas es que tenemos que sentir dolor para crear», dijo.
Superando el dolor emocional
«No quiero tener dolor emocional toda mi vida para escribir canciones… He ido a terapia, he pasado por el proceso de Hoffman, he hecho medicina vegetal… Y tengo un compañero que también trata de encontrar el equilibrio», agregó Perry. «Orlando, que está en su propio viaje espiritual. Es un ancla que me detiene, y es muy real. No es el fanático número uno de Katy Perry, pero es el fan número uno de Katheryn Hudson». En cuanto a por qué la relación de Perry y Bloom es diferente a la de Brand, Perry explicó que ha aprendido mucho sobre el amor desde su divorcio.
«El amor es diferente de las citas. Tienes citas a los 20 años. El amor es sociedad, amistad, verdad y ser un espejo absoluto para alguien», dijo ella. «Orlando es como un sabio. Cuando nos conocimos, él dijo que nos quitaríamos el veneno, y realmente lo hemos hecho. Es agotador, pero realmente nos responsabilizamos mutuamente. Nunca he tenido un compañero que estuviera dispuesto a emprender un viaje emocional y espiritual como Orlando», continuó diciendo Perry. «Es un desafío, porque enfrentas todas las cosas que no te gustan de ti mismo. Es como una limpieza sin fin».
La planificación de la boda
Esa limpieza también incluye un momento de ligereza, muchos de los cuales pasan con Flynn, el hijo de 8 años que Bloom comparte con su exesposa, Miranda Kerr. «Hacemos mucho con Flynn», compartió Perry. «Vamos al cine o a parques de atracciones… Estamos constantemente haciendo cosas divertidas». Con la planificación de la boda en marcha y la idea de tener una gran familia en un futuro no muy lejano, Perry está totalmente centrada en la próxima fase de su vida personal y profesional. «A los 35, he marcado muchas casillas de mi lista y ahora me retan a soñar nuevos sueños», dijo la estrella pop.
