Fue una noche histórica para los premios Oscar. Por primera vez en 92 años de historia, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood reconoció a una película no hablada en inglés como la mejor producción del año. La gran sorpresa se dio en el último momento de la noche y emocionó a todos los asistentes.
Todo el elenco que trabajó en «Parasite» copó el escenario principal del Dolby Theatre de Los Angeles para recibir el premio de la mano de Jane Fonda. La ceremonia ya había superado hace rato las tres horas de duración y los discursos de aceptación de Joaquin Phoenix y Renée Zellweger se extendieron más de lo normal.
La Academia no se animó a quitarles el micrófono a las estrellas de Hollywood, pero sí lo hizo con el elenco de la película surcoreana. En un momento, una de las actrices de reparto de «Parasite» se disponía a hablar pero el amplificador de voz ya no estaba. La imagen de la transmisión oficial volvió a Fonda para cerrar la gala, pero un gran gesto llegó desde las butacas.
«Up! Up! Up!», comenzaron a gritar los nominados y estrellas invitadas después de desaprobar la actitud de la Academia para que el micrófono volviera a su lugar original y les permitiera a los actores surcoreanos continuar agradeciendo por el premio recibido. La destacable actitud de los intérpretes con sus colegas asiáticos fue reconocida en las redes.
La Academia se ganó nuevas críticas por la falta de respeto al elenco de la aclamada cinta surcoreana. Fue un momento histórico para el cine asiático que se vio opacado por el apuro de los organizadores en darle el cierre a una ceremonia que se extendió más de lo pensado. Sin embargo, la unión de los actores le agregó un poco más de épica a la celebración de «Parasite».
