El pasado 31 de enero, Adam Sandler y Netflix estrenaron «Diamantes en bruto«. Un drama en el que el actor demostró que le sobran aptitudes para la actuación, muchas veces puestas en cuestionamiento cuando lanza una de las tantas comedias con sus amigos de Happy Madison Productions en las cuales roza el ridículo.
Más de una vez, el comediante aseguró que se siente cómodo con las comedias familiares que realiza. Esos largometrajes podrían haber sido los causantes de una de las más grandes polémicas de los últimos premios Oscar: Sandler quedó afuera de la terna a mejor actor cuando redes y prensa especializada coincidían en que debía tener un lugar en la gala.
A través de sus redes sociales, el comediante celebró las «bodas de plata» de «Billy Madison», la primera de sus películas en la pantalla grande que alcanzó una relevancia importante y puso su nombre en el mapa. La divertida comedia se estrenó en 1995 y contó con actores que lo acompañarían a lo largo de su carrera como actor y productor.
«Hoy (10 de febrero) se cumplen 25 años del estreno y el jurado sigue deliberando: ¿shampoo o acondicionador?», bromeó el actor en sus cuentas oficiales en las plataformas digitales sobre una de las líneas favoritas de la película. La efemérides les recordó a los seguidores de Sandler el paso del tiempo, pero además, también comentaron sus partes favoritas del film.
En «Billy Madison», Adam Sandler interpreta al hombre que le da el título a la cinta. A sus 27 años, Billy vivió toda su vida a costa de los beneficios de ser el hijo del dueño de una cadena hotelera. Tras arruinar una reunión importante, su padre decide pasar el mando de la compañía a uno de sus socios, para evitarlo, el protagonista deberá pasar primaria y secundaria en 24 semanas. En ese extraño proceso, se enamora de su maestra de cuarto grado (Bridgette Wilson) y se hace amigo de unos niños de primaria.
