Jennifer Garner fue quien dio la cara cuando Ben Affleck realmente lo necesitaba. En una entrevista con el director de The Way Back, Gavin O’Connor, reveló cómo Garner presionó para que se hiciera la última película de Affleck después de su recaída en 2018. Garner y Affleck se casaron entre 2005 y 2018 y ambos comparten tres hijos, Violet, de 14 años, Seraphina, de 11 años y Samuel, de 8 años.
Antes de la recaída de Affleck, tanto el actor como O’Connor respondieron bien al guión de la película y quisieron involucrarse en su realización. Inicialmente, sin embargo, O’Connor cuestionó si Affleck podría interpretar a Jack Cunningham, un entrenador de baloncesto que se enfrenta a la adicción, ya que el personaje reflejaba las propias luchas del actor. «Nos conocimos, y fue una conversación de varios frentes, porque, obviamente, el personaje estaba lidiando con su enfermedad y Ben estaba luchando con la misma enfermedad. Esto se convertiría en arte que imita la vida», explicó O’Connor.
La valiente decisión de Ben Affleck
«Todas estas líneas borrosas eran muy delicadas, así que realmente necesitaba confiar en que Ben estaría dispuesto a ir hasta allí. Una vez que estuvo dispuesto y me aseguró que iba a ser lo suficientemente valiente como para hacer eso, entonces decidimos hacer la película», agregó. Sin embargo, ese viaje se detuvo justo cuando la película se encontraba en las primeras etapas de realización. «Justo cuando comenzamos a preparar la película, Ben se cayó del carro. Así que terminó yendo a rehabilitación, y no sabía si la película sería terminada. El estudio ciertamente pensó que la película había terminado», recordó O’Connor.
«Su exesposa, Jennifer Garner, me llamó y me dijo que cuando fue a rehabilitación, se había llevado una pelota de baloncesto con ella. Ella dijo: ‘Gavin, por favor no abandones la película, él realmente quiere hacer esto'», explicó. «Así que tuvo una semana de desintoxicación, porque realmente se fue al fondo, y después de una semana, pude ir a verlo», continuó diciendo. «Pasamos medio día juntos y descubrimos una manera de hacer que esto funcionara para él, porque lo más importante era que necesitaba recuperarse y que su sobriedad se encaminara. Eso superó todo».
El empeño de Jennifer Garner
Affleck salió de la rehabilitación un día antes de que comenzara el rodaje, lo que, según O’Connor, lo que reveló el lado más crudo y vulnerable del actor durante el primer día de rodaje. «Es casi contradictorio con la actuación, porque está haciendo escenas que obviamente fueron dolorosas, realmente intensas, oscuras, sombrías y sufrientes», dijo. «Y capturar eso, verlo hacer eso fue difícil, pero también fue eufórico, porque ese es tu trabajo como actor, es acceder a estas emociones e ir a lugares que son honestos, profundos y veraces».
