El Madison Square Garden en Nueva York se inundó de público este fin de semana durante el concierto que ofreció el trapero puertorriqueño Bad Bunny. Cuando arribó a la «gran manzana» para dar su concierto con localidades agotadas en el mítico estadio, apenas había conocido una docena de ciudades en su vida. A principios de este mes había brillado en el escenario principal del Coachella Festival y más tarde apareció rutilante en Las Vegas para los Premios Latin Billboard, lo que supuso su avanzada en Estados Unidos para este 2019. Desde el lanzamiento hacia finales de diciembre de su álbum «X 100Pre», la estrella de los ritmos urbanos ha tenido un ascenso metéorico en la industria musical norteamericana. Y qué mejor que actuar en Nueva York para devolver un poco de tanto calor latino de sus seguidores y de la comunidad en general. «Siéntete orgulloso de ser latino. ¡Y nunca pierdas ese orgullo!» dijo el puertorriqueño.
Al comienzo de cada presentación de «X 100Pre», se proyecta una película de que muestra la vida cotidiana en su Puerto Rico natal: las personas hacen tareas, asisten a la iglesia y tienen charlas con sus vecinos bajo la luz del sol. «Naces y luego haces lo que se supone que debes hacer», monologa en el video de 10 minutos, «como lavarte la ropa sucia, trabajar todos los días para poner comida en la mesa … Dejas que tus sueños crezcan, y luchas por esos sueños hasta el final. Esa es la diferencia entre estar estancado diciéndote a ti mismo «nunca» y construir un legado que dure para siempre. Por siempre» se puede escuchar en la cinta de apertura. Luciendo un camperón púrpura flúo, la estrella finalmente subió al escenario, interrumpiendo su meditación sobre el éxito con una frase triunfante en inglés: «¡Hemos agotado las entradas para el Madison Square Garden!»
Producido por Cardenas Marketing Network, el set de «X 100Pre» de Bad Bunny es una adorable experiencia audiovisual. El escenario tiene una forma de una cruz cristiana gigante, por lo que los rincones del mismo son visibles desde todos los ángulos del recinto. Bunny saltó de un lado a otro, asegurándose de que sus fanáticos pudieran verlo (y tomar una buena foto). A través de animaciones desde las pantallas gigantes arriba del escenario, que incluyeron fotos de mujeres en bikini, sus canciones cobraron vida e historias propias. Mientras interpretaba sus versos y los de Balvin en «I Like It», Bunny estaba iluminado por miles de coloridas imágenes y durante su canción de reminiscencias punk «Tenemos que Hablar», proyectó imágenes de una habitación de adolescentes con carteles de Black Flag, Nirvana y Linkin Park, como un pequeño regalo para los rockeros presentes.
No ha faltado el apoyo de sus talentosos amigos en en ninguna de sus presentaciones y el evento en Nueva York no iba a ser la excepción. Durante su gira ha contado con el soporte de artistas de todo el espectro pop latino: desde las superestrellas J Balvin y Becky G, hasta nuevas apariciones como el rapero puertorriqueño PJ Sin Suela y la diva argentina Cazzu. En su show en el Madison Square Garden, los neoyorquinos conocieron al recién llegado dominicano El Nene La Amenaza, quien llevó al escenario sus baladas de amor cargadas de trap.
Bad Bunny también invitó al cantante y rapero puertorriqueño Arcángel, recién salido de la cárcel luego de ser acusado de agresión doméstica el jueves, para interpretar sus canciones de 2017 «Tú No Vive Así» y «Me Mata». Pese a ser grabadas hace solo dos años, los versos de Bunny parecían anticuados, al menos en comparación con material más nuevo como «Caro» o su tema contra la violencia, «Solo De Mi», en los que revela un crecimiento letrístico a ser considerado. Es que a tono de los tiempos que corren, el género musical en el que brilla intenta alejarse del estigma machista y el «Conejo malo» no es la excepción.
De todos los invitados especiales de la noche, la estrella dominicana de dembow El Alfa El Jefe fue probablemente el amigo de honor. Impulsado por un show de pirotecnia, El Alfa saltó al escenario para unirse en una maratón musical a Bunny, cantando su famosa frase: “¡Fuego fuego, fiyah fiyah!”. Los dos se entregaron por un rato al juego del gato y el ratón sobre el escenario: Bad Bunny sosteniendo una bandera dominicana con pantalones blancos y Alfa persiguiéndolo con una chaqueta de cuero con estampado de fuegos.
Cuando Bad Bunny dejó por unos momentos el escenario para cambiarse de vestuario, Alfa cuidó fielmente a la audiencia cantando temas de su propio álbum de 2018, «El Hombre». También animó a la multitud haciendo un recorrido por las diversas nacionalidades de América Latina. La ciudad de Nueva York no es solo el hogar de la mayor población puertorriqueña fuera de la isla sino también el hogar de importantes comunidades dominicanas, mexicanas, colombianas, salvadoreñas y ecuatorianas, que fueron de las mas festivas en el show. Aún así, todos fueron superados por los puertorriqueños.
El Conejo regresaría al centro de la escena, pero no desde detrás del escenario, sino colgado de un cable bungee. Atado a una plataforma de metal, lo levantaron suavemente del suelo mientras cantaba «Como Antes». Cuando llegó a una especie de balcón, dispuesto en el otro extremo del predio, arrojó una bandera puertorriqueña y un sostén gigante hacia el público. «Abraza a la persona a tu lado», dijo como un predicador mientras flotaba serenamente por encima de su congregación. «Si son tus amigos, tu familia, tu pareja. Incluso si no los conoces en absoluto. ¡Muestra a todos a tu alrededor un poco de amor!» dijo a modo de sermón para delirio de los presentes. En síntesis, un show alucinante, lleno de magia, música y color, acorde con el calor de este género urbano que parece haber llegado al corazón de Estados Unidos para quedarse un largo rato.