Diccionario de Autores con Antología. Honoria Zelaya de Nader
Editado por: Ciudad Histórica de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán.
SALTA ( Gladys Coviello ) – El auditorio del suntuoso teatro Rosita Ávila estaba completo. Junto a Beatriz Ávila, diputada nacional, entró Honoria Zelaya de Nader, la exquisita investigadora, el jueves 26 de octubre. Ubicadas en el escenario se inició un diálogo donde las respuestas a las acertadas preguntas pusieron de manifiesto la capacidad para transmitir conceptos profundos con palabras sencillas que llegaban al público absorto en las palabras.
Honoria aclaró las funciones y resultados acerca de las imágenes que abruman a los niños en los actuales medios visuales: todo está resuelto, prevalece el pensamiento del emisor y resta el poder de elección del niño o del joven. Destacó la importancia y diferencia de las lecturas hechas en libros porque al leer, el lector va imaginando situaciones y personajes creándolos a su gusto. Sus palabras claras sobre la misión del libro en papel, que no morirá, fue contundente y sostenida con la firmeza que posee como incansable lectora e investigadora.
Honoria Zelaya de Nader señaló la importancia de proveer a los docentes de este material escrito que llegará a bibliotecas y escuelas. Los maestros tendrán oportunidad de elegir y narrar a sus alumnos sobre escritores tucumanos. Así, con la generosa distribución municipal, se fortalecerá el rol de la lectura.
La importancia de esta obra está en la profesionalidad de su autora que rescata escritores olvidados y a los pocos difundidos. Las biografías de los autores se complementan con textos de los mismos. Es una obra pionera en este tema. En España existen dos textos acerca de esta disciplina escritos por Carmen Bravo -Villasante (1985 y 1988).
“La figura mítica más repetida en la literatura para niños es la del duende” dice en el prólogo María del Carmen Tacconi de Gómez.
H.Z.de Nader eligió de mi libro Culule una carta enviada por un duende a un niño: Tomas Marteau.
Tomasito con sus padres había llegado una tarde de visita a mi casa en Fuerte Quemado. Le llamó la atención una escoba pequeña de pichana y quiso usarla porque era igual a la de Harry Potter. Le permití usarla. No resultó.
Algunos días después le envié una carta para justificar el fracaso. Como no quise destruir esas imágenes recurrí a otros seres de mi infancia (dicen que por momentos permanezco en ella) y resolví la situación a través de un duende calchaquí. Interrelacioné la famosa escoba de Harry Potter y un personaje de las leyendas narradas por las tías y abuelas de mi familia.
Sin lugar fijo, marzo de 2007
De mi observación:
Yo soy el Duende de la Cola Larga que estaba escondido detrás de un árbol cuando visitaste la casa donde habito en Fuerte Quemado. Escuché que querías volar con la escoba parecida a la de Harry Potter que estaba colgada entre las rejas de hierro. No pudiste hacerlo porque decías la fórmula mágica de modo incompleto.
Yo escuché: Abra cadabra, pata de cabra. Nada más.
Le preguntaste a Cuca cómo debías pedirle para que volara, pero ella se olvidó las palabras que faltaban porque tiene mala memoria por sus muchos años. La fórmula mágica completa llama a siete bichos que darán permiso a quien quiera volar con esa escoba. A pesar de estar en los Valles Calchaquíes es la verdadera.
Cuando vuelvas a Fuerte Quemado, la escoba te estará esperando en el mismo lugar y sin olvidar ningún animalito debes decir:
Animales del lugar,
denme permiso para volar.
Abra cadabra pata de cabra
Abra cadabra pata de lechuza.
Abra cadabra pata de vinchuca.
Abra cadabra pata de conejo.
Abra cadabra pata de lechón.
Abra cadabra pata de escorpión.
Abra cadabra pata de cabra.
Abra cadabra pata de cabrito.
Déjame volar tan sólo un ratito.
Dirás estas palabras subido a la escoba que permanecerá quieta para escucharte. Lo debes hacer sin respirar y sin equivocarte como te aconsejo y te llevará a dar un paseo cortito.
Ye envío un latigazo suave con mi cola que es la manera con que te saludo.