Comienza la cuenta regresiva para vivir una de las celebraciones más importantes de la agenda anual, la fiesta de fin de año. A modo de festejo por este motivo, desde Masa Crítica se invita a la comunidad a participar de la primera pedaleada anual en Salta. Tendrá lugar el primer domingo del 2020, a partir de las 18 horas. Quienes asistan partirán desde la Plaza 9 de julio.
En miras a pasar un buen momento y sostener un mensaje eco-friendly, tendrá lugar este recorrido por la ciudad en bicicleta. “¡Arranquemos el año dándole calor a los pedales!”, subrayaron desde la organización, animándonos a ser parte. Cabe señalar que además del paseo, se realizará un after entre todos los asistentes, una vez concluido el circuito planificado.
Sobre los requisitos, informaron que cada persona debe llevar luces en el caso de ser necesarias, pequeños parlantes y muy buena pre disposición para darle rienda suelta al festejo durante la salida y tras finalizarla. Asimismo, recordaron que el uso de la bicicleta no es excluyente, debido a que también pueden utilizarse rollers, monopatín, scooter, etcétera.
Masa Crítica, un movimiento social y cultural sobre ruedas
Cabe recordar que Masa Crítica no es una organización. De hecho, se trata de una coincidencia no organizada, un movimiento de bicicletas en las calles, un paseo mensual para celebrar el ciclismo y para afirmar los derechos del ciclista en las calles. “Masa Crítica sucede cuando muchos ciclistas se reúnen en el mismo lugar, a la misma hora y deciden pedalear juntos el mismo recorrido por un rato”, nos explican sus gestores.
Pero detrás del nombre, yace una historia que lo fundamenta. Precisamente, el nombre se tomó del documental sobre ciclismo de Ted White del año 1992, «Return of the Scorcher». En el film, George Bliss describe una típica escena en China, donde los ciclistas a menudo no pueden cruzar las calles por la cantidad de autos que circulan y la falta de semáforos. Lentamente, más y más ciclistas se amontonan esperando para cruzar la calle.
El momento clave consiste en que cuando hay un número suficiente – una «Masa Crítica» como Bliss la llamó – moviéndose, todos juntos pueden avanzar sobre los autos y cruzar la calle. “La ida comenzó en San Francisco (California) en septiembre de 1992 y, rápidamente, se difundió a otras ciudades alrededor del mundo. Un día, un grupo de ciclistas se reunió en la ciudad para protestar de las condiciones del tráfico”, aseguran.
Según nos recuerdan, este hecho tuvo buena respuesta del público y decidieron que se convirtiera en una costumbre. Así, desde entonces y una vez al mes, se reúnen en el mismo lugar a la misma hora. No hubo necesidad de organizar o dar publicidad, la cita quedó programada por sí sola. Tampoco fue necesario pedir permiso, ya que los encuentros eran espontáneos. Estas particularidades, definieron su carácter autogestivo y la esencia que lo definiría a partir de ese momento.
La misión que subyace al pedaleo
La Masa Crítica tiene tantos objetivos como participantes, que se suman a este movimiento en miras a expresarse a través de una acción consistente: pedalear; pedalear por mis ideas y pedalear por las de otro, en armonía y consonancia. “Un deseo común es tener cada vez más espacios para ciclistas y ver cada vez más gente pedaleando por las calles”, remarcan.
“A algunos les gusta verla como una marcha por los derechos del ciclista, otros simplemente van para dar un paseo divertido en bicicleta. Después de ser amenazados/as cada día por los automóviles, algunos de nosotros encontramos gratificante pasear con otros/as cincuenta o cien personas, en una atmósfera divertida y de apoyo mutuo”, revelan.
La bicicleta como reflejo de la dimensión comunitaria de la cultura local
El carácter auto-gestivo, espontáneo, comunitario y alternativo de esta Masa Crítica interpela desde su organización, su planificación hasta sus efecto. En este sentido, no es un evento que este bajo el control de alguien en particular, sólo los participantes deciden el rumbo de cada paseo. Cuantas más personas se sumen, más exitoso será el resultado del recorrido.
A su vez, es ampliamente participativa e inclusiva. Trasciende cualquier barrera de color, género, clase, edad, tendencia política, profesión, religión o cultura. Dado que es un grupo no organizado, la Masa Crítica atrae diferentes tipos de pensamientos e ideas y algo muy importante, es que no es sólo para ciclistas. “Cualquier medio de transporte no motorizado y ecológico será bienvenido”, agrega.
Lo mismo sucede respecto a los destinos donde se lleva a cabo. “La Masa Crítica tiene diferente “aroma” de una ciudad a otra. Existe una gran variedad en tamaño, respeto a las leyes de tráfico (o falta de respeto), interacción con los conductores de automóviles e intervención de la policía”, revelan. Es por ello que cada Masa Crítica es diferente y sin ruta prefijada.
La dirección puede cambiar espontáneamente de acuerdo al gusto de la gente que está pedaleando. Cada uno es libre de unirse o dejar el paseo en cualquier momento. El paseo dura usualmente un par de horas y generalmente termina en un lugar de interés común. “Son salidas divertidas, seguras y pacíficas”, concluyen, invitándonos a probar un paseo a la par, llevando sobre ruedas un mensaje amigable con los ciclistas y el medio ambiente.
