SALTA – (Redacción) El sector de la cultura como de otras actividades que tardaron en estar exceptuadas y que aún no lo están incluso, empiezan a incendiar la polémica crisis económica que contrajo la pandemia. En miras a brindar soluciones auténticas y efectivas, se activó un trabajo colaborativo entre los países del Mercosur Cultural, junto al BID, SEGIB, UNESCO y OEI. Se trata de una medición sobre cómo impacta la pandemia en el sector a nivel regional.
El aislamiento obligatorio, dio lugar a una fuerte disminución de la posibilidad de acceso a las más diversas formas y expresiones artísticas. Por ello, la exploración, investigación y medición de datos reales sobre las diversas industrias culturales de la región, es una etapa fundamental. La misma permitiría comenzar a diseñar políticas y estrategias acordes a las necesidades y demandas de cada país de la región.
Los bloques que salieron al frente son el MERCOSUR Cultural, junto al Banco Interamericano de Desarrollo (BID); la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB); la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educción la Ciencia y la Cultura (OEI).
Desde cero
El cierre temporal de sitios de patrimonio y de espacios culturales, la interrupción de la producción y la cancelación o el aplazamiento de actividades y eventos, ha potenciado una baja en los ingresos y en la capacidad de movimiento de los trabajadores de la cultura. Si bien en Salta los artistas ahora se encuentran exceptuados para ciertas actividades, esto no da abasto como solución. Hemos destapado una problemática estructural mayúscula.
Esta situación afecta considerablemente a un circuito compuesto en su gran mayoría, por micro, pequeñas y medianas empresas (PyMEs). A pesar de las medidas que mencionábamos, no existen hasta el momento estimaciones rigurosas y transparentes de la magnitud de este fenómeno. Tampoco hay escenarios o proyecciones que permitan diseñar políticas públicas a corto, mediano y largo plazo.
Por todo esto, los países iberoamericanos asumen la responsabilidad de crear conciencia sobre el rol de la cultura y la creatividad como elementos centrales de la agenda del desarrollo sostenible. Además, se han mostrado dispuestos a apoyar la creación, producción, distribución y acceso a bienes y servicios culturales, en miras a revitalizar el circuito.

Trabajo en equipo y fraternidad cultural
Desde la Secretaría de Desarrollo Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación y en articulación con el SinCA (Sistema de Información Cultural de la Argentina) y el SICSUR (Sistema de Información Regional del Mercosur Cultural), se proponen la realización de una medición de alcance regional. Como bien lo dice su nombre, la meta es generar información de calidad sobre el impacto del Coronavirus.
Realizar un aporte estadístico cuantitativo y cualitativo, permitirá entender la magnitud y el alcance de esta crisis en el campo cultural. A su vez, se podrán intercambiar herramientas, proponer experiencias mancomunadas y establecer comparaciones que enriquezcan el plan de rescate. Se trata de una apuesta colectiva, interestatal, plural, participativa y federal, porque la cultura es un derecho de todos. Todos para uno y uno para todos.
