Jimena Barón es una de las famosas que no le agrada estar encerrada en su casa durante muchos días en lo que es su cumplimiento con la cuarentena obligatoria para intentar prevenir lo máximo posible los varios casos de Coronavirus que habitan en Argentina. Esto lo supo mencionar en varias oportunidades, solo que esta vez, la «Cobra» manifestó el antojo que desea en estos momentos.
De esta manera inició la artista su video para las historias de Instagram. «Está genial, yo estoy leyendo este libro de historia francesa. Está buenísimo que nos hagamos los espirituales y los cultos en la cuarentena, pero va a terminar esto en algún momento y estaría bueno ir organizando… eh… cog… Así como uno organiza su interior, la casa, ordenás, tirás cosas, limpiás, esto también se puede ir organizando también. Para cuando liberen y todos ya podamos… cog…», indicó.
Luego, la compositora dio más detalles sobre por qué urgen estos deseos. «Esa boludez de que la mujer debe ser misteriosa, dejarlo a la imaginación… ¿Qué voy a dejar a la imaginación? Estoy re caliente, hace 40 días que estoy acá encerrada con el pibe (Morrison, el hijo que posee junto a su expareja Daniel Osvaldo). Muy regalada estás, seduce el misterio… ¿Seduce el misterio? Garc… a un fantasma, la con…», selló.
¿Cómo lleva la cuarentena Jimena Barón?
La actriz, hace tres días, expresó cómo atraviesa estas dos semanas de encierro. “El pelo más seco que nunca. El mat de yoga marcado en las gambas. No me maquillo hace más de un mes, ni una gota. Tengo la piel horrible, me veo espantosa. En búsqueda de armonía me hago la culta. El libro que me va a durar 3 minutos hasta que Momo grite el -MAMAAAA número 24 del día. El rayito de sol que pesqué en este pequeño depto que da al pulmón de manzana. Extraño ver el cielo. Lo otro que extraño prefiero negarlo” (sic), arrancó diciendo.
Posteriormente, Jimena Barón agregó: “Que arranque de año, uff… y como seguirá? Esa incertidumbre también prefiero negarla. Hacemos juegos, más juegos, pintamos, cocino, limpio y lavo, que hora es? Cocino de nuevo. Tengo sueños muy raros, más raros que los que tengo cuando no sueño.
Extraño muchísimo, no se bien a quién. Invento un horizonte y lo lleno de ideas y esperanza, después veo que es la reja del balcón y se me pasa” (sic).
