La cuarentena obligatoria genera que todos los ciudadanos permanezcan en sus casas y solamente puedan salir para ir a lugares de suma urgencia como lo son los supermercados o farmacias, con el objetivo de disminuir lo máximo posible los contagios de Coronavirus. Graciela Alfano, una de las famosas que más se preocupó en este tema y recomienda a sus miles de seguidores, es una protagonista del aislamiento ya que mientras atraviesa ello, se enamoró de su vecino, algo que contó en el programa «Hay que ver».
De esta manera comenzó el coqueteo de la exmodelo con la persona que vive al lado de su hogar. «Estaba en chancletas como cualquier señora, porque de diva trabajo pero cuando estoy en casa me visto como cualquiera. Salí enchancletada, horrible, y de repente encontré a un señor flaco, alto, canoso, impecable, pantalón blanco, camisa celeste… Dije: ‘¡Tierra trágame!’. Y me fui para atrás de inmediato. Entré al baño, busqué los maquillajes que por la cuarentena estaban tirados en cualquier lado y me maquillé rápido», detalló. Y agregó que, recién ahí, toda divina, volvió a salir haciéndose «la diosa».
Luego, la actriz añadió más detalles a su narración. «Ahí sí, medio lo beboteé y le dije: ‘Hola, disculpame, pero mi perro no es mala onda’. Y empezamos a hablar”, avanzó Alfano. Luego contó que averiguó si la otra persona se encontraba soltero y, al ser afirmativa la respuesta, le tiró «un centro». «Yo me quise hacer la canchera y le ofrecí que, si necesitaba algo rico, yo se lo preparaba y se lo pasaba por el balcón», expresó.
Graciela Alfano y su deseo a experimentar con su vecino
Esta es la táctica que emplea Grace para intentar tener el contacto en persona con su vecino. “Yo espero que mi perrito empiece a ladrar: ahí me doy cuenta de que está él y salgo». Además manifestó que se encuentran en contacto vía WhatsApp y que también realizan videollamadas. Acá es donde, sagaz, la exjurado del «Bailando por un sueño» se encarga de acondicionar su habitación con los almohadones más lindos.
Graciela Alfano confesó que envía «cosas insinuantes» a su hombre. «Tengo miedo de que me hackeen el teléfono si quiero mandar algo un poco más erótico y que me escrachen en todos los portales. Lo interesante de esto es que nos mantiene con ganas y encontramos un objetivo para pasar mejor la cuarentena», dijo. Además, dejó en claro su deseo cuando todo culmine. «Me gustaría que me invite a comer afuera. Ahí ves lo que el tipo quiere gastar, cómo te trata y esas cosas. Ves si es divertido, creativo. Y si de pronto ves que no era lo que pensabas, podés huir de inmediato”, selló.