Cuando se produjo el «Bailando por un sueño 2018», uno de los duelos que se llevaron muchas miradas desde lo que tiene que ver con el plano polémico fue el que supieron protagonizar y calentar la pista. Mica Viciconte, en el rol de bailarina, y Laurita Fernández, desde su parte como jurada, tuvieron muchos ida y vuelta que siempre se debieron a las actitudes de una otra, nada referido hacia su actual y expareja respectivamente.
Dentro de lo que fue su entrevista en «Los ángeles de la mañana», la novia de Fabián Cubero se encargó de responder si le molesta que la actriz diga presente en el certamen, pero esta vez como competidora. “A mí me da igual que Laurita esté. Baila bien, no lo voy a discutir. ¿No se estará promocionando? ¿O realmente está en el Bailando?”, preguntó. “La propuesta la tuvo”, le respondió el conductor Ángel de Brito.
Pero al instante el periodista la situó en otro tema a quien fue a la temporada veraniega en Villa Carlos Paz. “Escuchame Mica, los veo súper entretenidos con Fabián en esta cuarentena. Cocinan, se disfrazan, entrenan, hacen tik toks, le cortaste el pelo… ¡No les falta nada!”, comentó. Fue allí que Mica Viciconte no tuvo piedad con Laurita Fernández y su reciente ruptura con Nicolás Cabré. “Y si no hacemos… somos una de esas parejas que se separan, así que algo hay que hacer para llevarla bien”, disparó.
La cuarentena de Mica Viciconte con Fabián Cubero
Tras la respuesta escuchada, el comunicador deslizó un comentario divertido que hizo reír a sus «angelitas». “Me encanta que enseguida entró el palito”, dijo sobre lo expresado hacia Laurita Fernández. Luego consultó: “¿La están llevando bien?”. Sin dudarlo, la participante del «Bailando» indicó: “Sí. Nos llevamos bien, la pasamos bien. Tenemos nuestros tiempos. A veces yo estoy acá y él en la pieza. No tuvimos grandes peleas, nos llevamos bien. Hubo algún portazo, más mío que de él, pero no más que eso”.
Por último, Mica Viciconte reconoció quién de la pareja que compone junto a Fabián Cubero suele tener mayores momentos de alta temperatura que desemboquen en el estado furioso de la persona. “Yo me enojo un poquito más que él. No se enoja nunca. No levanta la voz, pero tampoco es que tiene una voz tan para levantar. Por eso tampoco preocupa tanto cuando se enoja. No asusta”, concluyó.