La relación entre Laurita Fernández y Nicolás Cabré fue una de las primeras víctimas del aislamiento social, preventivo y obligatorio. La separación de la pareja sorprendió a propios y a extraños por cómo se mostraban en público. Sin embargo, en los primeros días de la cuarentena la noticia se conoció en boca de la mencionada. A poco tiempo de iniciar su experiencia como co-conductora del «Cantando por un sueño», la actriz contó un hecho personal que atraviesa.
En recientes declaraciones, Laura narró que, producto del aislamiento social y obligatorio, se animó a escribirle por privado a un actor extranjero. «Es un papelón, pero al que le escribí, porque estoy viendo la serie Outlander… Jamie, (Sam Heughan) es como mi hombre ideal… ‘I love You, I love You’, le puse. Y me clavó el visto. Soy fanática de él. Dono mi sueldo si la producción del Cantando me lo trae», comentó entre risas.
Luego, en lo que fue la entrevista que concedió este martes en «Los ángeles de la mañana», Laurita Fernández contestó si volvería a intentar coquetear y hablar con algún actor local, sabiendo que viene de la reciente experiencia con Cabré. «¡No!, me da mucha vergüenza encarar a alguien. Con los de afuera lo hago porque me divierte y de pavota y porque estoy al pepe. Escribo porque soy fanática de la serie, pero nada más», manifestó.
¿Nueva concreción? La confesión de Laurita Fernández en una conversación que tuvo
La pregunta surgió sobre si la exnovia de Fede Bal tiene ganas de conocer a alguien, a lo que contestó: «Sí, qué se yo. Empecé a hablarme con alguien en un momento. Dije ‘así activo’. Igual es un pelmazo empezar a conocer a alguien de cero. Es alguien que no es del medio, nada que ver. Me escribió y dije ‘le sigo la charla para ver qué onda’. Yo lo conocía hace mucho, mucho tiempo. Y fue la típica, te preguntan ‘¿cómo andas?’. Y dije ‘voy a darle charla para despejar la cabeza y ver qué me pasa también’», aseveró.
Por último, Laurita Fernández confesó su casi «approach» con otra persona mediante las redes sociales. «La verdad que cuando llegó el momento de ‘nos cruzamos en algún lado’, vas a caminar, al supermercado, o a lo que sea… y no, no. Estuve 4 meses en cuarentena, en casa, sola. La cabeza me carburaba todo el tiempo. Era masoquista, miraba fotos… Quise activar y me di cuenta que lo estaba forzando. Ya va a aparecer alguien», selló.