En esta segunda temporada de «Masterchef Celebrity» algunas figuras se vienen destacando más que otras. En este sentido, Alex Caniggia está sorprendiendo. No sólo con su carisma y llegada al público por su excéntrica personalidad. También con sus dotes para la cocina. Pese a que el reality de Telefe comenzó hace poco, se perfila como una de las celebridades que puede llegar bastante lejos.
Este miércoles les tocó cocinar a los mejores de la semana para competir por beneficios. Pero el desafío, como siempre, no fue nada fácil. La consigna consistió en preparar comida de avión. Una ensalada con pasta y un plato principal apto para comer a bordo y viajar, como nunca, con la comida. Pareciera haber sido un desafío hecho a la medida de Alex, que apenas lo escuchó sentenció: «First class obvio, al gallinero no».
Con un peinado muy extravagante y unas gafas haciendo juego, el hermano de Charlotte Caniggia ideó como propuesta una ensalada de pastas con tomates cherry, queso brie y aceitunas negras y un pollo caramelizado con verduras salteadas. Pero mientras picaba las verduras se vivió un peligroso momento. En presencia de Damián Betular que se había acercado para supervisarlo, la sartén donde se cocinaba el pollo levantó una gran llamarada.
Lejos de asustarse, el mediático gritó «¡Magia! ¡Uhhh!». Pero luego del momento de adrenalina el participante trató de controlar la situación: «¡Cómo controlo ese fuego!». Pero el pequeño accidente no lo intimidó, sino todo lo contrario. Muy confiado de sí mismo, luego llegó la hora de ser juzgado. Sin modestia, lanzó: «Creo que es espectacular». Y el jurado le dio la razón. Los tres chefs halagaron la preparación.
Como siempre, los miércoles otorgan medallas doradas y plateadas para los mejores participantes. En sintonía con lo que le había dicho el jurado, Alex esperaba su beneficio. Sin embargo el jurado determinó que fuera Daniel Aráoz quien obtuviera la medalla de oro. A pesar de haber ganado la plateada, no se quedó conforme. Fuera de cámaras aprovechó para expresar: «La segunda metétela en el cu**, la segunda no la quiero. Quedé recaliente».
