SALTA (Redacción) – Luego de dos meses de haberse concretado las elecciones de Estados Unidos, el Congreso se prepara para oficializar la derrota de Joe Biden. Este evento se hará en un marco de extrema tensión por las acusaciones de Donald Trump sobre supuestas irregularidades en los comicios. A pesar de no haber presentado ninguna prueba contundente, hasta el momento se niega a aceptar su derrota.
Como bien informó El Intra News, Biden podrá contar con una mayoría en la Cámara de Representantes, cuyos 435 miembros jurarán este 3 de enero antes de designar en este caso a su presidenta por los próximos dos años. De acuerdo a la información que trascendió, ese cargo es casi seguro que caerá nuevamente en Nancy Pelosi, de 80 años de edad.
En cambio en el Senado será una historia diferente, ya que la definición dependerá de dos elecciones que tendrán lugar este 5 de enero en el estado de Georgia. Allí, los demócratas deberán vencer en ambos escaños para recuperar el control de la Cámara Alta. La importancia de lo que está en juego queda reflejada en las visitas que ambos candidatos planean hacer al estado antes de los comicios.
Los analistas sostienen que, convencidos de la existencia de fraude, los votantes republicanos podrían verse tentados a quedarse en casa. Esto podría favorecer fuertemente a Joe Biden y su partido. Sin embargo, aclararon que el «Grand Old Party» cuenta con un mitin del presidente para movilizarse y agitar el fantasma de un gobierno inclinado hacia la izquierda si son derrotados. «Solo tenemos unos días para hacer todo lo posible para volver al Senado”, tuiteó Biden.
Sin aceptar la derrota
Dos meses después de las elecciones de Estados Unidos, Donald Trump sigue sosteniendo el fraude. A pesar del fracaso en la Justicia, con pruebas insuficientes y la validación de la victoria de Biden en repetidas oportunidades, se niega a conceder el triunfo. Esta «convicción» plantó la misma idea en mucho de sus votantes, los cuales siguen manifestándose hasta el día de hoy. La mayor movilización se desarrollará el 6 de enero en Washington, cuando el Congreso confirme la victoria del candidato demócrata.
