SALTA (Redacción) – Aunque en el video del asalto, difundido por un medio local, se advierte claramente como dos de los cuatros asaltantes cometen el atraco en la oficina donde se realizaban los pasos al personal, las sospechas de que el accionar delictivo hubiese sido imposible sin en el conocimiento previo del movimiento interno, se incrementan y todo apunto a que los ladrones fueron más de cuatro.
La Policía, sin embargo, no detuvo aún a ninguno de ellos y, por ahora, sólo trabaja sobre indicios que surgen de la misma difusión del video del asalto, como así también de otras imágenes de otras cámaras de video, las que fueron provistas por la empresa tras el asalto sufrido el 21 de agosto pasado, alrededor de las 18.30, cuando pagaban sueldo al personal.
Ese día, al menos, cuatro empleados estaban en una pequeña sala, cuya atención principal estaba en un mostrador, donde el contador de la empresa, Walter Aramayo y otro directivo, Miguel Soler, realizaban el pago quincenal a más de 200 empleados de la fábrica. Cuando los ladrones llegaron, según se informó, solo restaban cancelar el pago a 64 obreros.
En el video, se advierte como los dos asaltantes, con cascos de motociclistas colocados en su cabeza, ingresan a la sala, hablan entre ambos, como si se tratara de una coordinación previa, tras lo cual sacan sus armas de fuego, apuntan a los presentes, en especial a las dos personas que realizaban el pago a los empleados, quienes levantan la mano y quedan inmovilizados.
Otros empleados, que estaban a un costado revisando su salarios, no se dieron cuenta de inmediato del asalto, sino hasta que otros compañeros los pusieron en alerta. Ante ello, varios trabajadores lanzan los sobres con su pago detrás de un mueble, pues temían que los asaltantes le robaran también su paga. Los asaltantes, sin embargo, no los tuvieron en cuenta, pues una vez que se apoderaron del botín, escaparon de inmediato.
Segundos después, se ve entrar a un guardia privado, quien, al parecer, estaba afuera de esta sala y nunca se percató de la aparición y el accionar de los asaltantes, incluso cuando escaparon. El asalto duró menos de dos minutos, lo que evidencia de que todo estuvo previamente planeado, pues al salir de la oficina, los asaltantes subieron a dos motocicletas, conducidas por sus cómplices, y se dieron a la fuga.
Para los investigadores, el robo contó con ayuda interna, ya sea de un empleado, o bien, de algún guardia de seguridad, cuyo accionar quedó en el ojo de la tormenta, pues no tenían una cobertura adecuada para este tipo de situaciones. Y ahora, están incluso dentro del cerco de cómplices sospechosos, pues no se descarta que la desatención de algunos de ellos podrían ser parte del plan de los ladrones.
