SALTA (Redacción) – Cerca de un centenar de personas participaron de una celebración y despertaron la indignación de los habitantes de la localidad de Rosario de la Frontera. A raíz de ello, la Justicia provincial se lanzó a investigar quiénes habían promovido este evento, por medio del que se violaron las disposiciones del protocolo sanitario. En consecuencia, detuvieron e imputaron a los organizadores de esta multitudinaria fiesta clandestina.
En este marco, la causa quedó en manos del fiscal penal de Rosario de la Frontera, Oscar López Ibarra. Durante este proceso, el funcionario público libró las imputaciones en dos tandas. En primera instancia, el pasado viernes acusó formalmente José Alfredo Troichuque. A su vez, ayer presentó los cargos contra Adolfo Marinaro Rodó. Ambos serán investigadores como coautores del delito de violación a las medidas adoptadas por las autoridades competentes para impedir la introducción o propagación de una epidemia.
Fiesta clandestina
De acuerdo con la reconstrucción que realizó el fiscal penal, esta episodio se había desarrollado entre la noche del domingo 21 y la madrugada del lunes 22. En ese momento, un grupo de agentes de la Policía de Salta estaba efectuando labores de patrullaje en inmediaciones de la finca La Soñada. De esa manera, se enteraron que ese predio se estaba llevando a cabo una celebración. Más tarde, corroboraron que en el lugar había más de cien personas.
A causa de ello, los uniformados desplegaron una serie de maniobras para comprobar estas irregularidades. De esa manera, montaron puestos de vigilancia en los accesos a la finca, donde observaron que numerosos vehículos ingresaban sin cesar a través de la Ruta Provincial 25. Al acercarse al lugar, corroboraron que la música estaba a todo volumen durante la madrugada. Ante esta situación, requirieron la presencia de los oficiales de Seguridad Vial en el área.
A partir de las 6, los móviles interceptaron a nueve autos y camionetas que salían de la fiesta. Durante las inspecciones, descubrieron que los ocupantes de los rodados no tenía permiso para circular ni llevaban puestos los tapabocas. Además, aludieron que varias personas estaba altamente alcoholizadas. Por ello, todos los demorados recibieron las correspondientes infracciones por haber violado el protocolo sanitario. Días después, López Ibarra orientó la causa hacia las responsabilidad de los organizadores de este evento clandestino.
