SALTA (Redacción) – El fiscal penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas de Tartagal, Gonzalo Ariel Vega, requirió ante el Juzgado de Garantías 2, la detención de una médica del Hospital Juan Domingo Perón. La misma intervino en el procedimiento de un aborto de un embarazo realizado a una joven de 21 años, quien antes del procedimiento habría manifestado su arrepentimiento.
La profesional, del Hospital de Tartagal, realizó la cirugía a una joven que llevaba 22 semanas de gestación. La denuncia fue radicada por una tía de la mujer. Según se desprendió de la historia clínica, el procedimiento ocurrió pasado 24 de agosto, cerca de las 15. El fiscal penal consideró que existen motivos suficientes para que la médica intente evadir los requerimientos del proceso.
La ley 27.610 de Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo dispone en su artículo 4, que las mujeres y personas con otras identidades de género con capacidad de gestar, tienen el derecho a decidir acceder a la interrupción del embarazo hasta la semana 14, inclusive, del proceso gestacional. Fuera del plazo dispuesto, existen dos excepciones contempladas por el Código Penal.
El hecho
La encargada de Niñez y Familia de Salvador Mazza, Claudia Subelza, confirmó que el pasado miércoles se realizó en el hospital de Tartagal un aborto a una joven de Salvador Mazza que cursaba el sexto mes de embarazo. La funcionaria detalló que tomó conocimiento de la situación por el tío de la joven, que le pidió su intervención para impedirlo.
Ella se comunicó con el director del Hospital, Santiago Payo, quien defendió la decisión de la joven y le dijo que sólo la Justicia podía pararlo. Ella tomó contacto con la secretaría de la Niñez de la provincia, que actuó junto al juzgado de Incapaces de Tartagal, pero la respuesta fue que la joven no estaba preparada psicológicamente para hacer frente al embarazo.
La encargada relató que a la hora de practicar el aborto, la médica le dio a la joven 16 pastillas para tomar, pero ella tomó sólo 4 y se arrepintió. Pero la doctora decidió seguir adelante. Aseguró además que las enfermeras que asistieron a la intervención, contaron que la bebé nació viva y llorando, pero que la metieron en una bolsa de plástico y la sofocaron.
