SALTA (Redacción) – En un polémico caso de violencia de género en Salta, el luchador de MMA Juan Pablo Varela, alias “León”, terminó condenado a dos años de prisión condicional. Este joven de 25 años confesó ante los jueces su culpabilidad sobre las denuncias que realizaron sus exparejas. Una de ellas incluso estaba embarazada cuando sufrió las agresiones del peleador que no irá a la cárcel y tendrá una tobillera electrónica.
De esta manera, el «León» Varela estaba imputado por los delitos de «lesiones agravadas por la relación de pareja», en tres hechos, «desobediencia judicial», en cuatro oportunidades, y «privación ilegítima de la libertad agravada por ser la damnificada una persona a quien se le debe respeto particular». También estaba acusado de agresión con arma impropia, en dos hechos, y daños, contra una expareja que denunció la violencia de género en las redes sociales.
Finalmente, el violento resultó condenado por: «Desobediencia judicial, lesiones leves agravadas por la relación de pareja previa y por el género e incumplimiento de los deberes de asistencia familiar». Todo ello contra otra pareja que tenía el profesor de artes marciales, “personal trainer” y luchador de MMA. Cabe mencionar que el juicio abreviado se llevó a cabo en la Sala II del Tribunal de Juicio, presidido por el juez interino Pablo Farah.
«Durante la audiencia, el acusado confesó circunstanciadamente los hechos por los cuales llegó requerido a juicio y manifestó estar conforme con la pena solicitada. Las denunciantes también fueron informadas sobre los términos del acuerdo al que arribaron las partes y prestaron conformidad», detalló el Poder Judicial sobre el caso.
Los detalles de los casos de violencia de género en Salta
Cabe mencionar que una de las víctimas lo denunció a Varela por hechos ocurridos entre marzo y junio de este año, en el domicilio que ambos compartían. «La joven refirió que convivió con el acusado durante un año y que, a partir de los seis meses comenzaron los hechos de violencia física y verbal. Contó que las agresiones fueron cada vez más recurrentes», detalló el tribunal del caso.
Luego remarcaron: «La damnificada radicó la primera denuncia en marzo pasado. Varela fue notificado acerca de la prohibición de ejercer actos de violencia en contra de su pareja. No obstante, en abril volvió a agredirla. En otra ocasión –en junio- se llevó los dos juegos de llaves de la casa y la dejó encerrada adentro. La mujer contó que, ese mismo día, al regresar, él le lanzó un tenedor y la golpeó en el estómago, estando ella embarazada».
Como se mencionó, Varela también fue juzgado por denuncias presentadas por otra expareja ante hechos ocurridos en noviembre del año pasado. Esta damnificada tiene un hijo en común con el imputado. «La joven refirió que en ocasión en que regresaba a su domicilio, se presentó Varela para buscar a su hijo. Relató que comenzaron a discutir por el pago de la cuota alimentaria y, en ese contexto, comenzó a insultarla, tomó una fusta de caballo que había al lado de la puerta y la golpeó en el brazo y en la zona de las costillas», relata el informe.
La condena sin prisión efectiva
Afortunadamente, la madre de la denunciante intervino y Varela se retiró del lugar. «En marzo de este año, la expareja del imputado radicó denuncia por incumplimiento en el pago de la cuota alimentaria del menor», concluyó el relato sobre el otro episodio. Finalmente, como se detalló, el peleaedor permanecerá en libertad por la modalidad de la condena dictada y deberá cumplir «obligaciones durante dos años».
«Fijar domicilio e informar cualquier cambio al tribunal; someterse al control del Programa de inserción social y supervisión de presos y liberados; realizar tratamiento psicológico para controlar su agresividad, previo diagnóstico de un profesional que lo indique; someterse al Programa de intervención con agresores de violencia de género», enumeró el magistrado.
También tendrá una prohibición de acercarse a la última denunciante a menos de 500 metros, de establecer contacto con ella y de ejercer actos de violencia física o psíquica en su contra. Y del mismo modo, recibió la «prohibición de ejercer actos de violencia física o psíquica en contra de la otra mujer denunciante». «Todo ello con apercibimiento de revocarse la condicionalidad de la pena impuesta», advierte el fallo.
Por último, el juez dispuso además que: «El condenado se someta al control del Sistema Único de Monitoreo de Agresores (SUMA) mediante el uso de una tobillera electrónica o, en el caso de no existir disponibilidad, se instale en el teléfono de las denunciantes la aplicación del botón antipánico del Sistema de Emergencia 911».
