SALTA (Redacción) – Un hombre de 33 años terminó condenado a prisión condicional en otro caso de violencia de género en Salta. El agresor se presentó en el lugar de trabajo y en el domicilio de su expareja para golpearla y amenazarla a pesar de que había una restricción judicial. También la interceptó en la vía pública para hostigarla. A pesar de toda la situación, el juez del caso ordenó que se implante consigna policial ambulatoria en el domicilio de la denunciante durante treinta días.
De esta maneera, en un procedimiento abreviado llevado a cabo en la Sala IV del Tribunal de Juicio, Daniel Martín Arias, de 33 años, terminó condenado a dos años y ocho meses de prisión condicional. Sin embargo, no quedó implicado en el delito de violencia de género. «Por los delitos de desobediencia judicial (cinco hechos), robo en grado de tentativa, robo, violación de domicilio, daños y coacción, todo en concurso real», precisó el informe oficial del Poder judicial de Salta.
En este sentido, las autoridades remarcaron que Arias fue denunciado por su expareja debido a varios hechos. «La damnificada señaló que se encontraban separados desde hacía alrededor de un año y el imputado tenía prohibición de acercamiento y de ejercer actos de violencia física o psíquica en su contra. No obstante, Arias se presentó en su lugar de trabajo, en su domicilio y también la interceptó en la vía pública para hostigarla», describieron sobre el caso.
Además, revelaron que en varias oportunidades el agresor le arrebató el celular o se lo rompió, y le advirtió que si estaba con otros hombres “iba a dejar de respirar” o le “iba a prender fuego a la casa”. Sin embargo, el juez Roberto Faustino Lezcano le impuso al condenado «una serie de reglas de conducta que deberá cumplir durante el mismo término de la condena para conservar la prisión en suspenso».
Reglas de conducta pero en libertad
Entre estas «obligaciones», el agresor deberá: «someterse a tratamiento psicológico previo diagnóstico de un profesional acerca de su necesidad; abstenerse de consumir estupefacientes y de abusar de bebidas alcohólicas; abstenerse de acercarse al domicilio de la damnificada; prohibición de ejercer actos de violencia física o psíquica en su contra y sus hijos. Esto, sin perjuicio de que pueda cumplir –si se fijara- un régimen de visitas convenido y homologado por un juzgado competente en sede Civil».
