SALTA (Redacción) – Las consecuencias de la pandemia dejaron al descubierto la inoperancia del Gobierno de Salta. Denuncias por abandono y falta de médicos e insumos en hospitales, son solo algunas de las cosas que salieron a la luz en este último tiempo. Lo más triste de todo esto, es que muchas personas murieron por las deficiencias del sistema de salud. En este marco, Gustavo Sáenz, luego de las desgarradores historias, recién esta semana habilitó el Centro de Recuperación COVID-19 Limache.
Las autoridades gubernamentales salteñas parecen no tomar dimensión de las consecuencias de la pandemia en la provincia. El inminente avance del virus y el aumento de casos producto de esto, dejaron al sistema sanitario al borde del colapso en algunas localidades. Específicamente, el norte de Salta es la zona más afectada.
Mientras Villada desmiente, Orán sufre
Hace algunas semanas, el ministro de Gobierno, Ricardo Villada, desmintió que en Orán falte oxígeno, diciendo que solo se trataba de «Fake News». Mientras él solo se encargaba de desmentir y defenderse, los habitantes de esta localidad juntaban planta entre ellos para poder comprar los insumos médicos para el hospital.
Actualmente en Orán, la gente salió a la calle a mostrar su descontento por la situación que les toca vivir a causa de los mandatarios que se encuentran en el poder. Esto se hizo eco a nivel nacional, y hasta los medios de Buenos Aires transmitieron en vivo el terrible escenario del norte de la provincia de Salta.
La escuela que nunca funcionó
Uno de los principales pedidos en las manifestaciones que se llevan a cabo en Orán, es el abastecimiento de oxígeno en el hospital. Además, se suma el reclamo por la falta de camas en el centro hospitalario local. Asimismo, la gente señala el hecho de que hay una escuela que supuestamente fue habilitada por Gustavo Sáenz para descongestionar los hospitales, pero que nunca funcionó.
Según explicó Lucas Tevez, presidente del Concejo deliberante de Orán, luego de la «inauguración», la escuela fue cerrada con candado y nunca se usó. En este espacio, supuestamente iba a haber camas y oxígeno para 38 personas. Sin embargo, las camas nunca se armaron y la escuela a pesar de estar habilitada, nunca se utilizó.
Víctimas de la ineficiencia
El caso de Gabriel Alejandro Paz conmocionó a toda la provincia. Este es un claro ejemplo de la inoperancia del COE y de las ineficiencias del sistema de salud. Cabe recordar que Gabriel tuvo un supuesto cuadro gripal que se complicó, por lo que decidió llamar a las lineas de emergencias provinciales, pero no lo atendieron. Ante la complicación de su estado, sus familiares solicitaron su internación, pero se la negaron por la falta de camas y de oxígeno.
Al ver esto, decidió hacer un video contando por lo que atravesaba y mostrando que tenía una tos que no lo dejaba respirar. A través de este relato, denunciaba que el Estado nunca le dio ninguna solución y solicitaba a sus amigos que compartan la grabación para poder obtener ayuda. El final de esta historia es triste, ya que falleció producto de la negligencia. Sin embargo, esto no termina ahí. Según su padre, su cuerpo estuvo más de 8 horas en su casa hasta que lo pasaron a retirar.
Por otro lado, tenemos el fallecimiento del referente del colectivo LGTIQ Gregorio «Goyo» o «Wanda» Martínez, en el hospital San Vicente de Paul. Este fue uno de los motivos que desataron la furia de los habitantes de la localidad y los llevó a manifestarse en las calles. Según la información que trascendió, Goyo necesitaba plasma y nunca le dieron respuesta a su pedido, lo que causó su muerte.
Muchas personas señalan que hay diferencias de trato entre los pacientes que se encuentran internado en el establecimiento. De acuerdo a algunas declaraciones, a determinadas personas se les da un trato preferencial y en el caso de que su situación se complique, son enviados a la Capital. Sin embargo, otras personas como Goyo, mueren ahí sin obtener una mejor atención.
