SALTA (Redacción) – El viernes pasado, a través de un decreto, el intendente de San Lorenzo Manuel Saravia resolvió prohibir el expendio de bebidas alcóholicas en todo el municipio, incluyendo tanto a comercios de cercanía como a los locales gastronómicos que se mantienen con los deliverys.
La iniciativa de Saravia establece la restricción del expendio de alcohol hasta tanto se termine la emergencia sanitaria frente al brote de coronavirus en nuestro país. Entre los considerandos del texto, Saravia argumentó que se trata de una medida de seguridad “para evitar que existan causales por la que se puedan producir reuniones entre personas y a fin de que se continúe con el aislamiento obligatorio”.
En paralelo a la prohibición, el intendente sanlorenceño estableció cuantiosas sanciones para los comercios que no acaten la medida: las multas van desde los 15 mil pesos hasta la clausura definitiva del local en caso de reicidencia.
Desde el entorno del intendente explicaron que la medida busca mitigar las rencillas y desmanes que se produjeron en algunos barrios de la villa veraniega, donde el cumplimiento de la cuarentena se estaría dando de manera laxa e indisciplinada: “no podemos permitirnos que en medio de la crisis que vivimos se produzcan más enfrentamientos ni desórdenes, y sabemos que el alcohol es un componente esencial en muchas de estas situaciones”, sintetizaron.
Voces a favor y en contra
La inesperada medida que tomó Saravia generó desde el principio voces a favor y en contra. Por un lado, hubo vecinos que apoyaron la medida del intendente “en favor de la paz social” y sostuvieron que “si se termina el alcohol también se terminarán las juntadas y las grescas de las patotas y se cumplirá mejor la cuarentena”.
“La Policía no puede estar perdiendo el tiempo yendo a controlar que no hayan juntadas, bailes o grescas en los barrios del municipio. Necesitamos aliviar las tareas policiales para que se puedan dedicar de lleno a los operativos por la emergencia del coronavirus”, agregaron.
Por otra parte, también hubo muchos vecinos -y sobre todo comerciantes- que pusieron el grito en el cielo. Incluso, algunos abogados que residen en San Lorenzo deslizaron que el decreto de Saravia hasta podría considerarse inconstitucional. “Si bien puede regular ciertas pautas secundarias sobre el expendio y el consumo de alcohol, como el horario de venta o el consumo en vía publica, no es una facultad de un jefe comunal establecer una virtual ley seca”, explicaron.
Las quejas sobre la medida se extendieron además entre los comerciantes y gastronómicos de la villa veraniega: “sobre que ya nos cuesta muchísimo mantener nuestros ingresos con la cuarentena, ahora nos dan otro golpe limitando las cosas que podemos comercializar”.
