SALTA (Redacción) – El comercio parece ser el sector más golpeado pero a su vez, la esperanza para reactivar el circuito económico local y nacional de manera progresiva. Con caídas en las ventas, restricciones en la atención al público y despidos incesantes, el comercio atraviesa momentos angustiantes. En este marco, el representante del Sindicato de Empleados de Comercio de Salta dio detalles de cifras alarmantes.
En una entrevista brindada a Radio Aries 91.1, César Guerrero, secretario general del Sindicato de Empleados de Comercio de Salta, advirtió que el sector ha sido uno de los más golpeados por las medidas sanitarias para el combate del coronavirus durante estos meses, al igual que la gastronomía y el turismo. “La situación es crítica”, disparó el mismo en referencia a los balances que arrojan resultados alarmantes.
En este sentido, el dirigente señaló que cuando se anunció la vuelta de la actividad comercial en nuestra provincia, muchos locales “quedaron en el camino”. Por este motivo, se perdieron puestos de trabajo entre despidos directos e indirectos. De hecho, indicó, en Salta esta cifra oscila entre los 350 y 400 empleos menos. “Es un número importante que indica el alcance de la recesión en el sector”, sostuvo Guerrero.
A nivel nacional la crisis económica se potencia
Sin embargo, a nivel nacional la situación empeora y mucho. El mismo informó que fueron 150.000 los trabajadores despedidos durante este período. A su vez, detalló que las pequeñas y medianas empresas fueron las más “castigadas”. En este sentido, cuando las ayudas estatales para el sector se lanzaron, «muchos locales ya se encontraban cerrados y en estado terminal», aseguró el secretario.
No obstante, celebró que la realidad salteña sea diferente a la de muchas ciudades del territorio nacional. El secretario indicó que localmente se trabaja casi de forma continua salvo algunas excepciones, y a pesar de las restricciones y medidas preventivas. “En Salta Capital y el Valle de Lerma los comercios están trabajando y es una buena noticia”, finalizó Guerrero dejando entrever una ilusión de reactivación comercial.
