SALTA (Redacción) – Durante el fin de semana, dos presos del penal de Villa Las Rosas murieron calcinados producto de un incendio. Este trágico acontecimiento sucedió alrededor de las 21 horas en el pabellón «A» de la unidad penitenciaria anteriormente nombrada. Además de los dos reclusos fallecidos, otro se encuentra en estado grave peleando por su vida. Ante esta situación, los familiares de los presos denuncian un mal accionar del servicio penitenciario.
Esto lo dijo la esposa de uno de los reclusos fallecidos durante el incendio en una entrevista radial. Según explicó la mujer, la familia atraviesa por una difícil situación producto de la indiferencia del Servicio Penitenciario y la falta de respuesta por parte de la Justicia provincial. «A mi marido le quedaban cuatro meses para recibir la libertad», recordó.
Durante la charla, explicó que el lunes recibió una llamada de sus suegros en donde le avisaban que su marido estaba internado, en grave estado. «Cuando llegué al hospital los médicos me dijeron que había tenido un ‘accidente’ durante el encierro del pabellón. A los pocos minutos se produjo el incendio de la celda donde vivía con dos compañeros más», relató la esposa de Ezequiel Arias, recluso fallecido.
El mal accionar del servicio penitenciario
Ya en el hospital, el médico le explicó que su marido estaba en una situación muy complicada y que había pocas probabilidades de que sobreviva. Luego de su fallecimiento, la mujer se traslado hasta el Penal de Villa Las Rosas para exigir respuestas. En ese lugar, la hicieron esperar aproximadamente 4 horas hasta que se dignaron a recibirla. Durante la conversación le explicaron que no sabían como se había producido el incendio y que habían actuado al instante.
«Sin embargo, yo me enteré de lo que pasó el lunes por la mañana por mis suegros y a ellos les avisó un compañero del penal de mi marido», relató la mujer y aseveró: «Exigimos explicaciones». Según algunas versiones, los presos estaban planeando una protesta por la suspensión de las visitas en el Penal. «El no tenía intenciones de realizar ninguna protesta, mucho menos de quitarse la vida. Le quedaban 143 días para recuperar la libertad», aseguró.
