SALTA (Redacción) – Si bien distintos casos y realidades captan la atención de los portales, hay situaciones que no dejaron de ser parte del deteriorado escenario local. Es el caso de las fronteras entre Argentina y Bolivia. Con Salta a la cabeza, los lugareños de las localidades limítrofes advirtieron al respecto del riesgo de contagios que implican las flexibilizaciones en Bolivia.
La flexibilización anunciada por las autoridades del país vecino, causó polémica en las localidades limítrofes de nuestra provincia. De hecho, se trata de localidades donde las restricciones por la pandemia siguen firmes. Cabe recordar que la tensión del sistema de salud es un diagnóstico que rige para toda la Provincia y que se profundiza cuanto más nos adentramos en el interior de Salta. De allí la preocupación de los vecinos de Salvador Mazza.
En una entrevista brindada a Radio Profesional FM 89.9, la concejal de Salvador Mazza, Claudia Subelza manifestó la preocupación de los lugareños ante la flexibilización de actividades en Bolivia. La misma argumentó que además de no haberse detenido el número de enfermos y de víctimas fatales, en las ciudades limítrofes las restricciones siguen firmes.
Bolivianos que se atienden en Salta y controles que no dan abasto
La concejal apuntó a la lucha diaria para impedir el ingreso ilegal de ciudadanos de Bolivia que llegan para ser asistidos en los hospitales públicos salteños. Este, consideró, es uno de los principales problemas de Salvador Mazza y Tartagal. Además, agregó que la extensión de la frontera impide, en muchas ocasiones, el control por parte de las fuerzas de seguridad. «Ese es el motivo por el cual tenemos muchos casos y cada vez más», indicó la edil.
Asimismo, Subelza indicó que esperan una reunión con el ministro de Salud, Juan José Esteban, quien se encuentra recorriendo los hospitales de la provincia en los próximos días. Los referentes aprovecharán el espacio e informarán acerca de proyectos para mejorar la situación sanitaria de la ciudad. En tanto en Bolivia, los típicos mercados se dinamizan progresivamente.
Allí pueden venderse desde alimentos frescos hasta prendas de vestir y calzados, vajilla y electrodomésticos, gimnasios, bares, hoteles y el transporte urbano, interdepartamental e interprovincial más los templos religiosos de cualquier credo. El movimiento agitado pudo verse en las localidades como Villamontes, Caraparí y Yacuiba, aunque en horario restringido. La gente circula desde las 5 de la mañana hasta las 18 y la mayoría lo hace de lunes a viernes. Por lo tanto, esto significaría mayor circulación de gente en esa zona.
