SALTA (Redacción) – Los asentamientos, continúan siendo motivo de disturbios en la comunidad a pesar de las restricciones que se aplican de manera parcial por los contagios de Coronavirus. La postergación histórica y reiterada que dio lugar a un déficit habitacional sin precedentes, es una de las postales más lamentables de Salta. Es el caso del asentamiento que colinda con el barrio Parque La Vega y que en reiteradas ocasiones, es motivo de cortes en las avenidas por reclamos de las cientos de familias asentadas allí.
Con la boca llena de promesas, las ausencias y la falta de asistencias integrales, los asentamientos se tornan en una olla que cada vez contiene más y más presión siendo un riesgo para toda la comunidad. En este marco, una vecina de Parque la Vega denunció que varias carpas de la manzana 53 están vacías. “De noche hay chicos más o menos desde los 15 años a los 17 que ingieren alcohol”, advirtió la misma a Salta 4400. Pero la problemática empeora a medida, la mujer relata los hechos que las autoridades naturalizan, no así los vecinos..
“Intentamos hablar con una referente, un delegado, no sé a quién será la chica esta y no volvió más”, señaló. A su vez, aseguró que “hay un hombre que intentó meter a nenitas que jugaba en la vereda”. En este sentido, explicó que el hombre las llamaba y una vecina que vio ese hecho, aviso a la policía. Sin embargo, la peor parte fue la respuesta de los efectivos: “no podemos hacer nada nosotros”.
Sumado a la denuncia de que las carpas están vacías y ocupadas por jóvenes que no son los que buscan viviendas, la vecina comentó que venden droga. “Acá hay una canchita en el barrio y de noche nosotros veíamos raro los movimientos porque hay adolecentes que mandan a los menores de edad. Los días viernes y sábado, si tengo la posibilidad de decirles a mis vecinos si se puede filmar, les mostraré para que vean. Se juntan a las 3, 4 de la mañana, hacen intercambio y a nosotros nos parece que es droga”, analizó.
Juntan firmas y esperan respuestas
Así las cosas, los vecinos se encuentran juntando firmas en pedido del desalojo de estas familias asentadas, debido a los robos y a pesar de la exposición pública que vienen manifestando en diferentes medios. “Fue un vano para nosotros porque la justicia no se hizo presente”, disparó la mujer. De hecho, incluso fueron a la comisaría de San Remo donde otra vez la inoperancia superó las expectativas.
“Tengo el sello, la firma todo. Cuando fui a hablar con la comisario para preguntarle cómo va el expediente, me dijo pero usted dejo una sola hoja, no tenía firma. Yo le dije que había dejado tres listas de firma de los vecinos. O sea, no se si hicieron desaparecer las hojas, no sé qué están haciendo”, reclamó. Tras ello, le solicitaron que fuera a la fiscalía N° 3 con las copias pertinentes.
“No tengo idea a cargo de quien está, porque no fui, porque esa semana habían cerrado por el tema del virus. Y yo ahora llamo de nuevo porque junte otras firmas con los vecinos y quería entregar otro pedido. Esta vez con más precisión pidiendo el desalojo directamente por los hechos que están ocurriendo en el barrio”, adelantó.
Entre la espada y la pared
A la espera de que la fiscalía actúe, le contestaron que habían hablado con un delegado a pesar de que en el barrio no hay ningún encargado, sino los vecinos mismos. “Ella dice que es Ampliación Parque La Vega pero se llama San Calixto, el barrio es uno solo”, señaló. A su vez, pidió que hablen con todos los vecinos y no con una delegada «que está metida en el asentamiento». “Le di los nombres de todos, pero no ha hecho nada, ella dice que no puede hacer porque la fiscalía no le nada ningún papel para proceder”, aseguró.
Como si fuera poco dio cuenta de otra alarmante realidad y es que los propietarios o quienes habitan las casas son víctimas de este acuartelamiento. “Averiguan quien hace la denuncia y se van a la casa a tirar piedras, yo digo que esto debe ser que alguien está dando los datos. Por eso los vecinos no salen a hacer marcha. Por un lado, por los contagios y otra porque tiene miedo de que tomen represalias contra los vecinos”, concluyó molesta y con cierto hastío.
