SALTA (Redacción) – El sistema de salud de Salta continúa presentando irregularidades en su funcionamiento. Desde que comenzó a atacar el coronavirus a la provincia, el norte sin duda fue el sector más afectados. En un primer momento, el problema era la falta de recursos y la centralización de los mismos en la capital. Ante esto, donaron una extractora de plasma a Orán, pero a pesar de eso, los problemas continuaron.
El hospital San Vicente de Paul, ubicado en Orán, recibió una extractora de plasma desde Estados Unidos. La adquisición de esta máquina tenía como objetivo sumar recursos en el interior para acelerar los procesos y evitar que la gente tenga que viajar hasta capital. No obstante, hasta el momento no se la puso a funcionar, por lo que amenazaron con retirarla del nosocomio.
Tal como informó Tu Voz Orán, Luis Pinola, quien se encargó de la entrega de la extractora de plasma, manifestó desde New York que si la máquina no funciona dentro de un mes, será retirada. «En Noviembre 28 la máquina de Aferesis será retirada del Hospital si no esta en uso. El contrato estipula que la maquina tiene que ser usada sin costo al paciente dentro de los 45 días a partir del día que se firmo Octubre 14, 2020», publicó en su Facebook.
«No hay más excusas»
Pinola señaló que no hay excusas para que la máquina extractora de plasma no esté funcionando en estos momentos. En ese sentido, explicó que puede conseguir todos los recursos para que comience a utilizarse. «No hay mas excusas. Tengo la empresa que puede enviar los insumos en 5 dias desde New York, a un precio menor que el que tienen en Argentina», sentenció.
Orán y el coronavirus
Orán sin duda fue una de las zonas más afectadas por el coronavirus en Salta. Desde que inició todo esto, presentó una gran cantidad de problemas. El aumento de casos y la falta de recursos en el hospital fueron los protagonistas en este contexto. Esto generó malestar entre la gente e hizo que salgan a la calle y se manifiesten para pedir que el Gobierno equipe el nosocomio. A esto se le sumaba el hecho de que todos los presupuestos y obras que se anunciaban, era para capital y no para el interior.
