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SOCIEDAD

Los conflictos con los pueblos originarios ponen en jaque a Gustavo Sáenz

En el norte de la provincia las protestas se multiplican y el problema amenaza en volver a ser exhibido en la capital provincial.

pueblos originarios
pueblos originarios

(Por Diego Nofal) Los conflictos con los pueblos originarios, mayormente con las comunidades wichís, ya preocupan de sobremanera al Gobierno de Gustavo Sáenz. la comunidad wichí Lote 75 Tierras Fiscales de Embarcación se están manifestando a diario a la vera de la Ruta Nacional 34. Según reclaman, en los lotes que habitan no hay agua potable y ni energía eléctrica. Mientras que en Rivadavia Banda Sur, las comunidades originarias están preocupadas por los posibles desbordes del río Bermejo.

“En el gobierno de Ulloa nos hicieron 20 viviendas solamente. Con el tiempo, hay más gente y todavía viven en nylon, que no tienen absolutamente nada. Somos 300 familias. Vamos a empezar con nuestra lucha. Si no tenemos la presencia de las autoridades, como el secretario de Asuntos Indígenas Luis Gómez Almarás, no vamos a dejar de cortar la ruta. Si no aparece el gobernador tampoco vamos a dejar esta lucha tan intensa en el norte”, señaló Dora Fernández, referente de la comunidad de Embarcación.

“Las ayudas sociales si nos llegan, pero no vivimos solo de bolsones. Queremos un trabajo digno, que le de la oportunidad a los jóvenes. No vamos a vivir de los bolsones ni de los planes. Queremos un trabajo digno, no somos vagos por estar acá en las orillas. Queremos una lucha digna, no migajas”, agregó Fernández. La lucha que llevan adelante en esa localidad no sólo es por los servicios, desde un tiempo a esta partes los originarios vienen exigiendo puestos laborales genuinos para los integrantes de la comunidad.

En Rivadavia Banda sur

en San Felipe de Rivadavia Banda Sur la comunidad wichí tiene problemas más urgentes que los aquejan. Según explicaron si siguen las lluvias en unos días desbordará el Bermejo e inundará los terrenos de la comunidad. “Esto suele pasar todos los años, en el mes de febrero. El río se desborda totalmente, y afecta en gran manera a la comunidad San Felipe y a la comunidad vecina que es La Esperanza, que se inunda. San Felipe termina aislado, con los caminos cortados”, indicó Dalmiro Acosta referente comunal.

Lo paradójico es que apenas baje el nivel del río, el principal problema de la comunidad volverá a ser, justamente, la provisión de agua potable. “El tema del agua es muy preocupante. La municipalidad queda con dos camiones cisternas, pero no abastecen a todo el municipio. Eso lo venimos planteando hace mucho tiempo al intendente y a los concejales. Tienen un conocimiento total de nuestras situaciones. Hice denuncias públicas por este tema, pero hay una complicidad en el gobierno. El gobierno de la Provincia y el de la Municipalidad saben perfectamente las situaciones que nos afectan, pero parece que no es preocupante y seguimos siendo los marginados, enfrentando esta situación tan triste”, concluyó Acosta.

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