SALTA (Redacción) – La pandemia de coronavirus produjo el fallecimiento de un niño de un año y siete meses y se trata del segundo deceso a causa de la enfermedad respiratoria entre la población infantil wichí de Santa Victoria Este. Según trascendió, la primera muerte había sido la de un nene de 9 meses del paraje Santa María, en el departamento Rivadavia. Este menor falleció en agosto del año pasado y tenía una cardiopatía como enfermedad de base.
Por su parte, el gerente del Hospital de la ciudad de Tartagal, Santiago Payo, también reveló una situación preocupante. El hermano del niño wichi fallecido el viernes último también se encuentra internado por COVID-19. Este otro nene tiene apenas tres años de edad. Cabe señalar que en ambos caso se investiga, además, la existencia de coqueluche, o tos convulsa.
Investigación por coqueluche
Ante este escenario, las autoridades sanitarias dispusieron un bloqueo en Vertiente Chica, en donde se encuentra actualmente la familia de la comunidad originaria. Mientras tanto, la madre de los niños ya recibió el alta médica tras superar el COVID-19. Al mismo tiempo, cuando volvía a Santa Victoria Este desde Salta Capital tras la muerte de su bebé, la mujer tuvo que ser trasladada al Hospital Juan Domingo Perón, de Tartagal, para poder cuidar a su otro hijo.
Desde Santa Victoria Este aseguraron a medios salteños que el bebé fallecido no había sido vacunado. En tanto, el ministro de Salud Pública, Juan José Esteban, que visitó aquella localidad esta semana, indicó que ambos hermanitos habían sido inmunizados contra el coqueluche. Por este motivo se investigan las razones de que lo hayan contraído. “Estamos viendo una revisión de transporte de frío de vacunas”, expresó el ministro.
Finalmente, debemos apuntar que según los datos que trascendieron, fallecieron por coronavirus, desde que comenzó la pandemia a mitad de 2020, un total de 12 niños en Salta. En este sentido, al 11 de agosto pasado habían fallecido 12 niños de hasta 9 años en la provincia desde que arribó la enfermedad al país. Estas cifras representan una letalidad del 1.18 por ciento en esa población.
