SALTA (Redacción) – Hay quienes hicieron de su talento, pasión y empatía una manera de trascender y cautivar a diferentes generaciones. Es el caso de Rodolfo Aredes, referente de la cultura local, quien como ventrílocuo le dio vida al muñeco “Pepito” durante 50 años. De manera exquisita y sin margen de error supo hacer de su vocación artística un servicio a la comunidad a través de Pepito. Aquel que sentado en su regazo robaba sonrisas a doquier y conquistaba a quien tenía el privilegio de cruzarlo.
Ya lo dijo el artista David Leiva, “los homenajes deben hacerse en vida”. Por ello, cabe recordar que en el 2017, fue cuando Rodolfo Aredes, creador del muñeco Pepito cumplió 61 años. Por este motivo, surgió la iniciativa de realizar un homenaje en vida a estos personajes mediante una estatua que pudiera ubicarse en algún lugar de la ciudad a la vista de todos. El arte en convivencia con la comunidad en su máxima expresión.
Sin embargo, casi finalizando el 2020, la estatua de bronce que se concretó el año pasado gracias a la donación de los salteños, no tiene aún un lugar definitivo, en donde pueda ser visitada. La campaña #UnMonumentoParaPepito inició en redes sociales para que autoridades municipales o provinciales autoricen algún lugar público destacado. Sin embargo, la misión todavía no encuentra dónde a pesar de contar con el apoyo de cientos de salteños que buscan ponerlo en valor.
En defensa de la cultura y sus protagonistas
El largo proceso para brindar un homenaje a Rodolfo Aredes y Pepito comienza en 2006, año en que Raúl Dante Romero realiza una animación virtual del monumento y lanza la propuesta. Luego en 2016, Selena Díaz, Laura Aramburu y Devora Noemí Quiroga, alumnos de la carrera Comunicación Socia presentaron el trabajo “Rodolfo Aredes y El Muñeco Pepito – Patrimonio Cultural de Salta”.
A partir del trabajo anterior, la institución Amigos del Arte y la Cultura José Juan Botelli inicia el proyecto “Un lugar en la Ciudad de Salta para el Muñeco Pepito”, con el profesor Carlos Cocha, sumándose seguidores a esta propuesta desde diversos sectores. En mayo de 2017 comenzó una campaña para recolectar 350 kilogramos de bronce para elaborar la escultura.
Rodolfo y Pepito recorrieron escuelas de la provincia para hacer espectáculos a los chicos y que éstos lleven bronce (llaves, candados, caños, etc). También se recolectó en diferentes puntos de la ciudad. Ese mismo año interviene Ricardo Serrudo, quien dona su arte y trabajo junto al experto en bronce, Hugo Quispe. Armaron la escultura que mide casi dos metros de alto, por uno de ancho. Titulan la obra “El diálogo eterno”.
A pesar de ser una donación y estar todo listo, todavía resta que alguien lo autorice porque es justo, se lo merece y así lo quiere el mismo pueblo. ¿Por qué dejar para mañana lo que podemos hacer hoy? El refrán: gracias por tanto, perdón por tan poco, sería lamentable para quienes fueron embajadores de la ilusión, la alegría, las infancias y el arte.