SALTA (Redacción) – La polémica que se generó cuando se difundieron las imágenes de la fiesta por el cumpleaños de la primera dama, Fabiola Yáñez, en Quinta de Olivos mientras el resto de la población se veía obligada a cumplir una cuarentena estricta, tiene un nuevo capítulo. Es que, Alberto Fernández había pedido el sobreseimiento por supuesta inexistencia de delito que había presentado el jefe de Estado por esta causa.
Lino Mirabelli, juez federal de San Isidro, provocó un nuevo revés judicial en contra del presidente Alberto Fernández porque le rechazó este pedido. En este sentido, el juez federal se mantuvo en una línea cercana con el fiscal Fernando Domínguez. «Concluyo que corresponde rechazar la excepción por falta de acción deducida por el Dr. Alberto Ángel Fernández», detalló el magistrado.
A lo que se le suma que, ante el pedido hecho por Alberto Fernández, el juez Mirabelli respaldó su decisión detallando que «sólo procede cuando en forma preliminar se advierte en forma palmaria la inexistencia del hecho o la atipicidad o la extinción de la acción penal, sin necesidad de investigación alguna». Por lo tanto, así manifestado queda a la vista que para el juez, este caso no se acorda con el pedido del jefe de Estado.
No obstante, Mirabelli aclaró que «el sumario se encuentra todavía en una etapa preliminar en la que se recopilan elementos para despejar la materialidad de los hechos y sus posibles repercusiones jurídicas, sin que concurra el carácter manifiesto y evidente que es necesario para la procedencia de la excepción por atipicidad, temperamento que resulta igualmente aplicable a todas las adhesiones efectuadas por las defensas», sentenció.
Si bien, el presidente había reconocido frente al juez Sebastián Casanello que «fue un encuentro que jamás debió haber ocurrido, producto de la imprudencia, pero que en modo alguno puede constituir un delito» y tratando de desligarse del error cometido también había manifestó que «el momento particular de la foto que trascendió, tal como se reconoció desde un comienzo, fue la excepción dentro de la reunión donde fuera de ese momento concreto se respetaron los protocolos controlados por el personal asignado a la quinta de Olivos».
Por último, el presidente había remarcado que «nunca fue motivo del encuentro propagar de ningún modo la pandemia que nos acosa» y en este sentido, Alberto Fernández rechazó la posibilidad de que la reunión haya puesto «en peligro la salud pública, en general, ni poner en peligro el estado de bienestar de ninguno de los presentes». Este fue el fundamento que utilizó desde un inicio para rechazar su imputación.
