Michael J Fox reveló recientemente que sus habilidades mentales y su memoria han empeorado últimamente debido a su enfermedad de Parkinson. La estrella de «Family Ties» se las arregló para mantener su carrera en la actuación como estrella de Hollywood luego de ser diagnosticado con el trastorno degenerativo en 1991. Sin embargo, en papeles recientes, ha tenido problemas para desempeñarse en el set.
Sin memoria, Michael J. Fox señaló que no es capaz de pronunciar líneas con convicción. “Mi memoria a corto plazo está destruida”, dijo el actor de 59 años en una entrevista con la revista People sobre el deterioro de su salud debido a la enfermedad de Parkinson. En el pasado, la estrella de «Regreso al futuro» decía: «Siempre tuve una habilidad para recordar líneas y para la memorización… Y tuve algunos momentos difíciles con los dos últimos trabajos. Luché para memorizar las palabras», dijo al medio.
Un futuro complicado
Fox agregó: «Los últimos años han sido más complicados que la mayoría». A pesar de su lucha con la memoria a corto plazo, el actor se mantiene optimista: “Tengo cosas con las que he sido bendecido que son simplemente increíbles. La vida es rica. La vida es buena». Debido a su salud en declive, el actor ha canalizado toda su creatividad en la escritura de sus próximas memorias «No Time Like the Future», que se publicará el 17 de noviembre.
“Mi guitarra no es buena. Mi dibujo ya no es bueno, mi baile nunca fue bueno y actuar se está volviendo más difícil de hacer”, admitió Fox. “Así que todo se reduce a escribir. Afortunadamente, realmente lo disfruto». Fox se abrió públicamente por primera vez sobre su diagnóstico de Parkinson en 1998. A pesar de sus luchas, dijo a la revista People en otra entrevista: «Mi vida ahora es tranquila y de hecho la estoy pasando muy bien».
Una familia unida
Fox agregó en esa entrevista: “La gente no me cree, pero en realidad amo la vida que tengo. Me encanta estar con mi familia». Fox se casó con su esposa Tracy Pollan en 1988 y la pareja comparte un hijo Sam, de 31 años, los gemelos Aquinnah y Schuyler, de 25 años, y su hija Esmé, de 19 años.
