Meghan Markle habló sobre una trágica experiencia recientemente. En un artículo publicado en The New York Times, la duquesa de Sussex reveló que sufrió un aborto espontáneo en el mes julio. Meghan y su esposo, el príncipe Harry, ya son padres de su hijo de 1 año, Archie. «Fue una mañana de julio, que comenzó tan ordinariamente como cualquier otro día: preparar el desayuno. Dar de comer a los perros. Tomar vitaminas», expresó. «Encontrar ese calcetín perdido. Recoger el crayón rebelde que rodó debajo de la mesa. Amarré el pelo en una cola de caballo antes de recoger a mi hijo de su cuna», continuó diciendo.
«Después de cambiarle el pañal, sentí un fuerte calambre. Me dejé caer al suelo con él en mis brazos, tarareando una canción de cuna para mantenernos a los dos tranquilos, la alegre melodía contrastaba con mi sensación de que algo no estaba bien. Sabía, mientras abrazaba a mi primogénito, estaba perdiendo al segundo», continuó diciendo. «Horas después, estaba acostada en una cama de hospital, sosteniendo la mano de mi esposo. Sentí la humedad de su palma y besé sus nudillos, mojados por nuestras lágrimas», escribe Meghan.
«Mirando las frías paredes blancas, mis ojos se pusieron vidriosos. Traté de imaginar cómo sanaríamos», agregó. Mientras estaba en el hospital, Meghan escribe que vio a Harry «romperse el corazón mientras trataba de sostener los pedazos rotos del mío». Recientemtne se supo que Harry habló sobre el aborto espontáneo que sufrió su esposa con la familia real. Sin embargo, una fuente del Palacio de Buckingham dijo que el tema es «un asunto profundamente personal» que la familia no comentará.
El momento de la pérdida
Mientras tanto, fuentes de Vanity Fair señalaron que Harry y Meghan dijeron que la experiencia los acercó aún más como pareja, y agregaron que Harry apoyó plenamente que Meghan escribiera el artículo. La fuente señaló que el duque y la duquesa de Sussex sabían en el momento de su pérdida era algo que querían compartir con el tiempo. Meghan también escribe en su artículo que en medio de su propia pérdida, ella y Harry aprendieron lo comunes que son los abortos espontáneos, lo que la llevó a hablar en un esfuerzo por alentar a otros a hacer lo mismo.
«Perder un hijo significa cargar con un dolor casi insoportable, experimentado por muchos pero del que pocos hablan. En el dolor de nuestra pérdida, mi esposo y yo descubrimos que en una habitación de 100 mujeres, de 10 a 20 de ellas habrán sufrido un aborto espontáneo», escribe Markle. «Sin embargo, a pesar de la asombrosa similitud de este dolor, la conversación sigue siendo tabú, plagada de vergüenza (injustificada) y perpetuando un ciclo de duelo solitario», señala. «Algunos han compartido valientemente sus historias; han abierto la puerta, sabiendo que cuando una persona dice la verdad, nos da licencia a todos para hacer lo mismo», agregó.