SALTA (Redacción) – Serendipia. Un término de uso común en la actualidad. Ir en busca de una cosa y de repente encontrarse con otra. Aquel hallazgo afortunado, fortuito e inesperado, que por obra del destino se interpone en nuestro camino. En términos digitales, entrar en una ventana y en otra, y en otra… Bajo ese ritmo, la búsqueda es la constante. Es una actitud de vida. Es la insistencia vuelta experiencia.
Lorena Pérez Gueleb, es una joven entusiasta de tan solo 28 años. De ahora en más, Lore para la casa. Recientemente egresada como Licenciada en Ciencias de la Comunicación, en la Universidad Nacional de Salta, hizo de su trabajo final, bien llamada tesis, una puerta de salida o entrada al mundo real (según como quiera verse el vaso), aquel que espera a los recientes profesionales, hambrientos de cambio y con el ímpetu propio de una nueva generación. Lore es una idea en marcha. Es una millennial andante, que se da un gusto a cada paso.
Hablando de gustos, «Sabor a Pue» nos invita a volver a los inicios. A retomar el concepto de comida y reconfigurarlo. Hace alusión a la exquisitez de los primeros bocados. A la comida que adjetivamos como “casera». Al siempre permitido “chuparse los dedos». A la tradición. A los secretos de la abuela. Al segundo plato.
Sabemos por un lado que el término sabor hace referencia al gusto y por otro, el «pue» es una expresión muy utilizada por los salteños, por eso pensamos junto a mi directora de tesis, en aquel momento, que bueno sería crear uno nombre diferente, romper con lo cristalizado, con los nombres tradicionales o con lo que uno está acostumbrado escuchar y ver en Salta», aclara Lore.
¿Y el título para qué?
Una inquietud que fue el disparador para tomar al toro por las astas y ser la protagonista de su pantalla y no un reflejo ajeno. «La verdad no estaba haciendo nada en la red sino a veces perdiendo el tiempo, viendo cosas sin sentido. Éstas nos brindan muchísimas oportunidades de crecimiento ya que no sólo hay que saber captar la atención del usuario en cuestiones de segundos, sino también ser creativos para que se interesen en lo que ofrecemos, sea música, deporte o negocio de cualquier tipo”, afirma.
Pero el lenguaje digital no consta de fórmulas básicas, mas allá de algunos algoritmos. Su naturaleza es de carácter social y por ello la mejor respuesta es la exploración. Si bien Lore llegó a buen puerto, no fue de buenas a primeras, hubo ciertas barreras que debió superar al principio hasta alcanzar una mirada tan sólida, prolija y asertiva al respecto.
«No conocía YouTube ni Instagram. Mi esposo me decía: – créate un Instagram – y yo no lo veía como algo importante. Fue luego cuando comencé a moverme en las redes y adopté el lenguaje virtual para llegar al público sin perder de vista lo que a mi me gustaba. Hoy me encanta pasar tiempo creando publicaciones, subiendo recetas y poder brindar ayuda e ideas de recetas que la gente pueda preparar en su casa para mejorar su alimentación», alude.
Gastronomía y nutrición: 1 kilo de vocación y varios gramos más de curiosidad
Inmediatamente pienso en algunas escenas propias. Cuando abría la alacena y me rodeaba de ollas y ollitas. Cuando preparaba algo dulce, mi parte favorita, e imitaba los programas de cocina que veían en casa. El libro de Doña Petrona, ya vetusto de mi abuela. Quizás sea una secuencia compartida.
«Mi gusto por la gastronomía comenzó desde muy pequeña, cuando tenía tiempo libre o en vacaciones del colegio me gustaba ver Utilísima Satelital. En ese tiempo buscaba una hoja y lapicera para tomar nota de las recetas que me gustaban y luego las preparaba», nos cuenta, haciendo memoria de aquellos primeros pasos gastronómicos y agrega: «Me encantaba preparar cosas dulces, pero confieso que me costaba bastante, habían técnicas por ejemplo de repostería que no las conocía y por eso tenía que intentar varias veces; y acá quiero frenarme para hacer referencia a lo bueno que es Internet, porque solo tenemos que saber darle un buen uso. Hoy en día podés buscar infinidad de recetas y técnicas de cocina por internet, podes volver a leer o mirar un programa de cocina para tomar nota de la receta o ver ese paso a paso detenidamente».
Mientras tanto, su gusto por la nutrición comenzó hace algunos meses ya que de la mano de este proyecto también supo descubrir la cantidad de ideas de comida saludables, ricas, fáciles de preparar y económicas, que existen, una ventaja en estos tiempos donde la vorágine vino para quedarse. «La verdad es que me sorprendió la cantidad de ideas que hay y que muchas veces no conocemos, gracias a las redes descubrí todo esto. Incluso, mis hábitos alimenticios comenzaron a cambiar», profundiza.
Una civilización autodidacta. Que aprende haciendo. Convirtiendo errores en riesgos oportunos. «No soy chef, no soy cocinera, y eso me gusta transmitir en mis publicaciones, que no necesitas ser chef o un profesional para cocinar algo rico y fácil en casa», subraya.
Apostemos al MadeinCasa. Una forma de hacer con más practica que teoría. Donde cada error suma. Donde vale la pena ensuciarse y proponer lo es todo.
«Creo que no hay mejor cosa que preparar algo con nuestras propias manos donde nosotros somos conscientes de los ingredientes que utilizamos y podemos medir y regular según el estado de salud de cada uno», entiende Lore.
Sin estilo, no hay idea que valga
Un mundo globalizado, donde cada persona sube un video por segundo, de esto y de aquello. La llave es instaurar nuestro nombre como marca registrada. Lore le puso su imagen al producto y se valió de su cultura para generar una identidad. El marketing tiene mucho que enseñarnos.
«A las recetas que encuentro por internet, por lo general les doy un toque mío, les agrego o cambio algo que me parezca que va quedar rico, las pruebo y si me gustan y me vuelven loca, las publico en mis redes. Trato de brindar eso que yo también busco y que es la buena alimentación, variedad, ideas de desayunos y meriendas», sostiene.
Para dar en el clavo…
El camino del emprendedor es un aprendizaje vivo, enriquecedor, dinámico, atrapante, intrigante. Tan complejo como entusiasmante.
Alegría, frustración, motivación, confusión, y tantos estados más son parte del proceso que interpela al eslabón principal de esta cadena, el o la valiente emprendedor/ra.
«Todavía mee suele pasar, pero son segundos que me enojo con la galleta o la salsa que prepare y que no resultó ser lo que esperaba, porque también es una cuestión de gustos, pero se me pasa rápido. Aprendí que si nunca intentamos nunca vamos a descubrir la receta perfecta. Todo se aprende con la práctica, intentando, probando, cometiendo errores, solo tenemos que ser perseverantes y no bajar los brazos nunca», aconseja.
En palabras de Lore, la clave es seguir los sueños y continuar trabajando lo imposible hasta verlo hecho realidad. No parar de intentarlo, seguir sin darnos por vencidos. En resumen, tener bien en claro que queremos ser y a donde queremos llegar y para ello se precisa tener un anotador y plasmar las ideas. Siempre proponernos metas a corto y largo plazo y exigirnos a nosotros mismos. Siempre planificar y reorganizar las ideas y propuestas sobre la marcha.
“Fuerte y Vital”, la familia se agranda
Con este nombre, hace varios años atrás, Lore creó un programa de TV que se transmitió por un canal de aire, un proyecto que quedó truncado y ella misma asumió como una materia pendiente. Pero, así como se recibió, retomó y lustro aquella idea hasta dejarla impecable y lanzarla una vez más al mercado.
«Hoy estamos felices porque las puertas se abrieron para continuar con Fuerte y Vital, fusionando ideas frescas de alimentación saludable. En ocasiones invitamos al programa a especialistas en la salud como ser nutricionistas o doctores para que ellos mismos hablen de alimentación o preparen alguna receta y en otras oportunidades, soy yo misma quien prepara y brinda ideas de cocina en general que pertenecen al formato de Sabor a Pue», explica.
De esta forma es que “Fuerte y Vital” desafía al televidente a mejorar su calidad de vida, no solo con recetas de cocina o consejos de especialistas, sino además con segmentos de actividad física específicos y en manos de la profesora Mayra Torrez, quien prepara rutinas de ejercicios para hacer al aire libre o en casa, complementando los contenidos ofrecidos. «No hay excusas, simplemente tenemos que querer y desear tener una vida saludable con estos tips y consejos ya que de seguro podemos lograrlo», advierte Lore.
Así, combinando los ingredientes una propuesta nutrió a la otra. La gastronomía, la nutrición y la comunicación fueron las aristas que dieron origen a una estructura mayor, capaz de contener estas ganas explosivas, la catarsis de ideas y el aprendizaje en curso. «No es nada fácil pero es fascinante y más poder cumplir el rol de comunicadora haciendo lo que uno más le gusta , el poder funcionar la cocina con lo audiovisual , la producción, grabación , edición , que es lo que hago, es lo más gratificante», enfatiza con la sonrisa característica del que eligió bien en su rostro.
El anotador actual le avisa que la meta más próxima en su calendario es la persistencia, llevando una idea novedosa, fresca y distinta a la gente.
La cocina es la mejor parte. Y en la vida misma también. El momento en el que lo más rico y lo más bueno, se esta haciendo, siempre a fuego lento. Desde este punto de vista, personal claro, la familia es la cocina porque sin amor no hay plato que valga, ni panza llena, ni corazón contento.
«Lo más importante es tener un compañero, alguien que te motive, que te entienda y apoye tus sueños, esa persona es la que te empuja a tomar desafíos y nuevos retos. Siempre necesitamos a alguien que nos ayude alcanzar nuestras metas. En mi caso tuve el apoyo incondicional de mi esposo y puedo decir que sin él no hubiera sido posible realizar este proyecto», concluye Lore, una amante innata de las pastas.
«¡Las amo con toda mi alma desde siempre y podría comer todos los días!», exclama entre risas, dejando entrever su talón de Aquiles.
Mientras reviso sus vídeos y le doy los últimos retoques a esta nota, entiendo que el PUE es más que una expresión. Es el énfasis que uno le pone al gracias, al de nada, al por favor y a tantos decires más. En este sentido, y siguiendo esa acepción, “Sabor a Pue” es el acento, el giro original a partir de ahora en la cocina salteña.
