SALTA (Redacción) – El planeta clama piedad a gritos y la humanidad escucha atenta, perpleja y alarmada. Tocamos fondo. Nos asfixiamos. Pagamos la prenda, por lo que hicimos, o acaso, lo que no llegamos a hacer. El mundo atraviesa una crisis humanitaria paradigmática, que moviliza a la historia, pone en jaque a la comunidad global y nos llama a replantearnos la existencia.
En el medio de este complejo y contradictorio entramado, emergen manifestaciones como luces al final del túnel. “Salta Consciente” es parte de ese paisaje. Una organización que se estructura bajo una modalidad de red, con profundos deseos de transmitir nuevos cambios de conductas y hábitos más conscientes en la sociedad salteña. Este proyecto colectivo nació hace algunos años atrás, pero desde hace pocos meses empezó a dar sus frutos.
Una crisis que parece ficción, pero que es oportunidad; la oportunidad de ser mejores o peores. En casos como este, y desde siempre, el remedio yace en la empatía, con la solidaridad y la humildad justa y necesaria para poder habilitar nuevas formas de vincularnos. Hoy por ti, mañana por mí. Sí, trillado, pero aun así, la premisa nos quedó grande.
“Salta Consciente somos todos. Yo soy porque nosotros somos”, subrayan desde la organización. En un juego de palabras yace un mundo de posibilidades que nos invitan a ser mejores. Basta con mirar hacia el costado y hacer del encuentro con el otro, un momento oportuno para forjar el cambio del que tanto hablamos. La teoría la sabemos, pasemos a los hechos. Vamos al grano.
Una red de redes en pos del medioambiente
Virginia Montero y Emilia Creche, son especialistas en Gestión, producción, desarrollo de eventos y áreas ambientales. Dos mujeres creadoras de este espacio saludable, sustentable y comunitario. De hecho, la organización se conforma con grandes amigos y colaboradores profesionales de distintas áreas que participan activamente con la iniciativa.
“Lo más importante es que toda la comunidad salteña es parte, generando pequeños y grandes cambios y apoyando el proyecto. Como siempre decimos, Salta Consciente somos todos”, subrayan. Precisamente, la misión de la organización se funda en el vínculo entre unos y otros como dinámica para la transmisión de nuevos hábitos conscientes, que nos interpelan de manera social, cultural y ambiental.
“Salta Consciente surge a partir de la necesidad de hacer una mirada introspectiva sobre el grado de compromiso del ser humano para con el medio ambiente y su responsabilidad con el mismo. Todo lo anterior para comprender entonces la manera en que nuestros impactos generados a través de la huella ecológica, afectan todo nuestro entorno”, aseguran.
De allí, el valor agregado y el carácter diferencial de esta consigna. “Salta Consciente” promueve consciencia, educación, acción y participación ciudadana son los principales pilares para sostener un circuito mucho más grande. “Toda estos valores y principios son herramientas fundamentales para creer en una Salta más libre y responsable”, advierten.
La génesis de una nueva conciencia: sustentabilidad y participación
“Salta Consciente” cobra fuerza en el marco de un escenario más que jugado. Ayer, un hombre tiraba un papel inescrupulosamente a la calle, el pulmón de la Tierra ardía en llamas y las malas costumbres eran moneda corriente. Hoy, un virus diminuto se lleva puesto todo a su paso. ¿Casualidad o Causalidad? De una u otra manera, la conciencia y la solidaridad son la mejor vacuna.
“La situación actual demanda una rápida atención debido a que las problemáticas más importantes se centran en el inadecuado comportamiento de los seres humanos con la naturaleza. Actualmente, la pandemia del Covid-19 es el mayor ejemplo considerando que las incontroladas actividades antrópicas en el mundo han contribuido al cambio climático, aparejado a esto alcanzamos la pérdida de biodiversidad y la propagación de nuevas enfermedades para el ser vivo”, analizan.
Frente a esto, hacemos mea culpa y nos acercamos a “Salta Consciente”. “Para lograr cambios radicales necesitamos despertar y eso solo puede ser posible con la participación ciudadana. Resulta fundamental comprender que involucrarnos es un deber de todos por igual. No podemos hacerlo todo, pero todos podemos hacer algo en nuestra Ciudad”, profundizan, invitándonos a ser protagonistas de la historia que vamos a contar mañana.
“Estamos muy felices y motivadas por la respuesta e interacción de la comunidad, paso a paso se están generando nuevos hábitos y eso nos enorgullece”, agregan. Buen síntoma. Si a espacios como estos les va bien, entonces como sociedad podemos pensar que también nos puede pasar. En este sentido, Virginia y Emilia actualizan sus metas paulatinamente.
“Queremos motivar a cada ciudadano a ejercer su derecho de participación ciudadana, unir fuerzas y articular junto a todos los sectores de la sociedad para poder construir nueva consciencia respecto a causas sociales, culturales y ambientales. Buscamos generar acciones de triple impacto en la comunidad que nos dirijan hacia una Salta sustentable”, concluyen.
Somos partícipes necesarios de una causa pluralista; abracemos la vida desde el respeto, el amor y la humildad; la consciencia es sabiduría; la sabiduría es prevención.
