Central le ganó a Talleres de Perico 3 a 1: al final del partido hubo incidentes

SALTA (Redacción) – Con un Fabricio Reyes intratable, el equipo de Ezequiel Medrán consiguió un resultado tranquilizador en el estadio Plinio Zabala. El duelo fue áspero, porque el equipo local quiso imponerse en su escenario, aunque el azabache tuvo gran efectividad. Central Norte demuestra partido a partido que está para ser protagonista hasta la final por el ascenso al Federal A. En un partido difícil, el Cuervo le ganó 3 a 1 a Talleres de Perico y el duelo terminó en escándalo, ya que sobre el final del mismo hubo incidentes que dejaron algunos heridos en el plantel salteño.

Otra vez, el Cuervo demostró su jerarquía y sus intenciones de abrirse camino hasta una final por el ascenso al Federal A, al derrotar a Talleres de Perico de manera contundente en Jujuy. En un partido aguerrido, sobre todo en el primer tiempo, a Central Norte le costó encontrar el camino al gol, pero Fabricio Reyes tuvo una tarde soñada y marcó en tres oportunidades. Si bien los goles se hicieron desear, la Perla sacó a relucir toda su calidad en el complemento y puso al azabache a un pasito de la final en la Región Norte. Si Central gana la final zonal, se enfrentará a un equipo de la Región Litoral Norte para definir el ansiado ascenso.

En primera instancia, Talleres de Perico quiso hacer valer su localía, pero Central Norte estaba concentrado en el partido y se mentalizó en atacar, pero también en defenderse de las arremetidas del Expreso para no recibir goles en su arco. Los primeros cuarenta y cinco minutos fueron parejos, pero los salteños demostraron que no eran menos en el estadio Plinio Zabala, el cual estaba repleto de hinchas de Talleres, quienes al final del encuentro arrojaron proyectiles a los jugadores salteños. Los goles, por otro lado, llegaron todos juntos en la segunda mitad.

Fabricio Reyes, el delantero y goleador cuervo, abrió el marcador a los 16 minutos del complemento. El primer grito fue una jugada magistral de Reyes, quien recibió una pelota en el área chica y tirando un caño sobre uno de los defensores, no tuvo más acomodar su remate contra el palo izquierdo del arquero local para poner el 1 a 0. Diez minutos después, Quiróz remató en el área periqueña y tras una serie de rebotes, nuevamente Reyes apareció y dejó el marcador 2 a 0. Posteriormente hubo penal para el Expreso y se encargó de ejecutarlo Maximiliano López, mediocampista que descontó para el local.

Sin embargo, todavía quedaba tiempo para que el Cuervo consiguiera alargar más la ventaja a su favor en un estadio que a esas alturas era un hervidero, por la impotencia de sus hinchas, quienes desataron desmanes al finalizar el compromiso. A los 47 minutos de la segunda mitad, el Cuervo robó una pelota en la mitad de la cancha y cuando la metió en el área grande del rival, Fabricio Reyes cedió la redonda a Ronaldo Martínez. Cuando el paraguayo remató, el arquero dio rebote hacia el medio y le quedó el arco vacío a la Perla, quien la empujó hacia adentro dejando el marcador 3 a 1 a favor de los salteños.

Faltando unos segundos para que el compromiso finalice, la parcialidad local comenzó a arrojar proyectiles al campo de juego, entre piedras y pirotecnia. Los incidentes hicieron que Nelson Bejas termine el encuentro por falta de garantías de seguridad, pero la violencia no terminó inmediatamente. Cuando los jugadores del Cuervo se retiraban, una bomba de estruendo cayó en la boca del túnel e hirió a algunos integrantes del plantel. Lucas Rodríguez, el arquero suplente, fue uno de los perjudicados con el artefacto explosivo. Otros jugadores también sufrieron cortes y heridas de diferente consideración.

Con todo a su favor, Central Norte espera tener una semifinal de vuelta tranquila en Salta, cuando se vean las caras nuevamente. La seguridad de los locales, como así también de los visitantes será de suma importancia, para que no se repita lo que sucedió en el estadio Plinio Zabala. En Jujuy, por otro lado, había garantizado la integridad física del plantel salteño, aunque los efectivos policiales presentes en el escenario no pudieron hacer nada ante el malestar de los hinchas jujeños y menos para frenar la violencia.