Fátima Florez es una de las comediantes más destacadas de la Argentina. Su capacidad de imitar a varios personajes de la farándula la llevaron al reconocimiento, sin embargo, su caracterización como Cristina Kirchner hicieron que se ganara los elogios del público. Luego de muchos años de trabajo, fue forjando su carrera hasta llegar a ser el ícono reconocido que es hoy. «Fátima es mágica» es lo que ofrece desde el teatro Roxy en la temporada marplatense.
En lo que refiere a cómo se encuentra el espectáculo en estos momentos, esto dijo la actriz. “Hemos hecho un esfuerzo muy importante en materia económica y de producción; actores, bailarines, cantantes y músicos en escena ponen de manifiesto una apuesta muy grande. Las dificultades del público en costear una salida al teatro es algo cada vez más complejo -dijo la estrella-, entonces, hay que brindar un espectáculo que haga divertir, reír, pero con un contenido de calidad como primer estandarte”, indicó.
Además, la comediante toma conciencia de las problemáticas económicas que tiene el público. “La gente quiere y también necesita evadirse de sus preocupaciones cotidianas. La risa nos introduce en otro universo y tiene, por otra parte, el rigor científico de poder ser sanadora. En nuestro show le sumanos el baile, el canto y la actuación; es integral en todo sentido. Reír es fundamental para la salud y terapéutica desde todo punto de vista”, dijo.
Posteriormente, la exintegrante del programa de Susana Giménez analizó al humor en base al contexto actual de la sociedad. «Somos muy especiales. Sin embargo, puedo decir que los argentinos somos autocríticos en esencia. A modo de citación referencial, te aseguró que a mí me encanta reírme de mí misma y todo lo que me puedan decir en relación con algunas situaciones que he vivido, por más que tengan una connotación compleja, no me enojo ni tampoco me genera malestar», aseveró.
Este es el recaudo que tiene en cuenta Fátima a la hora de ejercer la parte humorística. «Evito la incomodidad, me miro al espejo y me río. Esto nos ayuda a practicar un grado de tolerancia mucho más fuerte, no nos deprimimos y nos ayuda a instalarnos con más fuerza en la vida. Por lo tanto, le pongo mucho humor a la vida», sentenció.
