Una de las personas más discutidas actualmente por su reciente accionar en plena cuarentena obligatoria y con la solicitud y orden de no moverse de sus casas es nada menos que Marcelo Tinelli. El conductor decidió marcharse a Esquel para prevenir todo tipo de contagio de Coronavirus generando el repudio masivo de la sociedad y gran parte de sus colegas que integran la televisión. Recordemos qué dijo el líder de Showmatch en el momento que aterrizó en la casa que compró en 1998.
Cuando arribó en ese entonces, el «Cabezón» justificó su accionar dialogando con medios neuquinos. «Con el Gobernador entendimos que no había ningún problema para venir. Sentía que con mi familia estaba bueno estar acá, sobre todo con chicos adolescentes. Así como hay gente que se va al country de Buenos Aires o a sus casa para pasar este aislamiento que está dictando el Gobierno Nacional, nosotros la podíamos pasar acá en Esquel en nuestra casa. Nos vamos a quedar los días que sean necesarios», afirmó.
Posteriormente, el actual presidente de San Lorenzo expresó cómo afronta estos días de máxima precaución por la pandemia mundial. «Lo vivo con mucha preocupación como lo vivimos todos los argentinos y como lo vive el mundo. Ya es un tema que nos excede a los argentinos y creo que hay muy buenas medidas tomadas por el Gobierno Nacional evaluando todo como se ha movido el mundo. Felicito al Gobierno de Alberto Fernández y a toda la oposición también por las medidas que van tomando. Nos tenemos que cuidar entre todos», selló.
Marcelo Tinelli se sensibilizó en sus redes
Hubo dos posteos en la historia de Instagram del periodista que generaron ruido al cierre del día miércoles. En primera instancia, el rememoramiento de su padre, Dino Hugo Tinelli. “Uno se sensibiliza con todo esto y empieza a recordar cosas de su vida. La cuarentena me pone muy sensible y enseguida aparece mi viejo. Lo recuerdo trabajando en su florería. Se llamaba La Orquídea, en Bolivar», indicó.
Luego, Marcelo Tinelli aportó una nueva publicación en la cual también recordó un hecho que solía hacer de chiquito en el trabajo de su mamá. “En esta noche de cuarentena recuerdo también a mi mamá. Se llamaba María Esther. Le decían Chiquita. Era maestra. Y se me vienen las imágenes de cuando la ayudaba a corregir las pruebas de sus alumnos”, aseveró.
