Carmen Barbieri no viene atravesando el mejor de los momentos de su vida. El 9 de diciembre del 2019 sufrió el fallecimiento de parte de Santiago Bal, su exesposo con el que estuvo hasta el final de su vida. A principios de marzo, su hijo Federico Bal realizó una confesión mediante un video en sus redes sociales en la cual manifestó que posee cáncer en el intestino. Sabiendo que no lo puede ver por ser una mujer del grupo de riesgo de rápido contagio de Coronavirus, la actriz brindó detalles que debió llevar a cabo el joven en el tratamiento.
Este es el proceso que por ahora llevó a cabo el productor en palabras de la comediante. «Se cumplieron dos semanas este miércoles de rayos y quimio. En total son 6 semanas con pastillas de lunes a viernes. El tratamiento consta 10 minutos de rayos, y pastillas. Suponemos que en la tercera semana se va a debilitar, va a ser muy dura. Con respecto a su estado general como se hizo vegano por pedido de los médicos bajó 7 kilos», contó.
Además, la exjurado del «Bailando por un sueño» narró quién lo acompaña a Fede en cada estudio. «Y si bien como dije va solo al tratamiento, a veces lleva a Sofi (Aldrey) van los dos con barbijo y la deja en la casa de los padres o ella lo espera en el auto. Por suerte Fede no perdió el pelo quizás no lo pierda. Los médicos son muy cuidadosos y lo hacen pasar por otro lado para que no vea a otros enfermos porque lo importante es que no se deprima”, afirmó.
La angustia de Carmen Barbieri por Federico Bal
Posteriormente, la humorista se encargó de brindar su razonable preocupación con respecto a todo el proceso que lleva a cabo su único hijo hasta el momento. “Tengo una tristeza muy grande. Le están dando con artillería pesada. Rezo todo el tiempo, todos los días a la virgen, mi prima, mi familia, todos rezan para que el tumor se reduzca, desaparezca o lo puedan operar”, indicó.
Hace más de 10 días, Carmen Barbieri también le dijo a «Caras» por dónde se ve en esta época de cuarentena con su único hijo. “Lo veo a través de videollamada, hablamos todo el tiempo, pero el momento en el que nos vemos cara a cara es cuando va a la sesión de rayos y quimioterapia al Fleming, que pasa por casa y lo veo desde la puerta, a través del vidrio del auto. ¿Vos entendés que no puedo abrazar a mi hijo? ¿Sabés lo que significa no poder contener a tu hijo en un abrazo de madre, lleno de amor, de esperanza, de coraje? Es muy duro, es muy duro», selló.
