Durante 25 años de su vida, más precisamente desde 1986 hasta 2011, Carmen Barbieri conformó su matrimonio junto a Santiago Bal en el cual nació su único hijo, también famoso como sus padres, Federico. Sin embargo, hace nueve años el histórico actor que falleció el 9 de diciembre del 2019 le fue infiel a la capocómica y se vinculó románticamente junto a Ayelén Paleo, una de las actrices que componían sus obras de temporada veraniega.
Ese recuerdo volvió a la luz en «PH: Podemos Hablar», ya que Carmen debió contestar cuándo lloró por amor en sus 65 años de vida. “El amor de mi vida fue Jorge Porcel, el hombre de mi vida fue Santiago. A él lo elegí como el padre de mi hijo, con él decidí tener un hijo. Hace nueve años que estábamos separados pero lo que pasó es que en los últimos años éramos otra vez una gran familia, sin ser pareja”, inició narrando.
Además, Carmen Barbieri amplió por quién se entristeció más en sus relaciones amorosas. “Yo lloré por Santiago. Dejé muchas cosas por él, pero no son reproches, son decisiones mías. Dejé de trabajar cuatro años cuando lo tuve a Fede, dije ‘no me dedico a nada más que a Federico’. Viví al lado de un hombre muy enfermo: de 26 años, ponele, 20 siempre fueron con novedades importantes en su salud”, aseveró.
La manera en que se enteró Carmen Barbieri de la infidelidad de Santiago Bal
Posteriormente, la actriz detalló cuando vio la peor novedad de su relación con el comediante. “Me enteré por mail de que él estaba enamorado de otra persona y de que no me aguantaba más. Debo ser insoportable, no es fácil vivir conmigo. Yo estaba estudiando computación y él ponía los mails en la papelera de reciclaje, que tardan en borrarse. Entonces me metí (en el mail)… Yo estaba practicando computación, no es que estaba buscando. Creía mucho en Santiago, nunca me imaginé… No sé si me engañó, pero nunca me imaginé que me iba a dejar de amar”, comentó.
Por último, Carmen Barbieri narró un curioso momento que afrontó en el momento que más triste se encontraba por su separación de Santiago Bal. “Lloré mucho cuando me dejó. Yo vivo en un departamento, y tanto lloré que el señor de abajo me mandaba cartas documento, era abogado. Me escuchaba a la madrugada. Se ve que lloraba muy fuerte o gritaba, yo no me acuerdo, estaría dormida y lloraba. ‘Ruidos molestos’, decía. Lo agarró Federico y le dijo: ‘Vos sabés que mi papá la dejó a mi mamá’. ‘Bueno, intérnenla’, le dijo el vecino. Viste cómo se hacen hoy los departamentos, que las paredes son finitas. Si hacés el amor a veces se escucha”, concluyó.
