A pocos días del nacimiento de Filipa, la tercera hija de Paula Chaves y Pedro Alfonso, la conductora de «Bake Off Argentina» se descargó sobre el lado negativa de la fama en «Por si las moscas«, en la Once Diez. La modelo, que atraviesa por el octavo mes de su embarazo y deberá afrontar su parto en plena pandemia, aseguró que nunca pudo contarle un embarazo a su familia sin que antes se hayan enterado por los medios de comunicación.
“Hay que poner en una balanza las cosas buenas y las malas que tiene trabajar en los medios. Esto es lo malo. Me encantaría que se respeten los embarazos. Pero no sucede ni va a suceder”, comenzó diciendo la también actriz. Desde los inicios de su amor, la relación de Chaves con el reconocido productor estuvo en el foco de la atención de los programas de chimentos de la televisión y han sido tema recurrente de los mismos a lo largo del tiempo.
“Yo jamás le pude contar a mi familia de un embarazo sin que antes se filtre», agregó entre lamentos. “Yo cuando se filtró mi embarazo actual, me tuve que ir corriendo al colegio de mi hija Olivia a sacarla porque me daba miedo que se le escape a alguna de las maestras o madres porque no iba a poder decirle yo a mi hija que iba a tener un hermanito», recordó Paula Chaves sobre uno de los aspectos más negativos de la vida pública que eligió.
Olivia de 6 años y Baltazar de 3 están ansiosos por la llegada de una nueva integrante a su familia. En otra entrevista, Paula reveló los cuidados que se tendrán en cuenta a la hora de evitar el contagio de COVID-19 al momento del parto. «Parir, vas a parir un día y ya está. Pero hay que estar con toda esta historia, de estar pensando en quién recibe a mi bebé, si lo tienen asintomático o no. En hacerse las ecografías entrando sola, porque Pedro no podía pasar», reveló en una conversación con Cataglina Dlugi.
Por otro lado, la actriz reveló cómo se dividen las tareas del hogar con Pedro Alfonso para las tareas de los hijos. «Empezó Pedro como maestro y yo más a cargo de la casa. Y ahora yo estoy con las tareas y Pedro con la parte más lúdica. Porque yo estoy de ocho meses, mientras hablo ahora me agito», explicó. «Es impresionante el esfuerzo que están haciendo las maestras. Es muy difícil hacer sentar a una nena de 6 años para enseñarle de cero a leer».