El programa de Guido Kaczka tuvo que reformularse para poder seguir saliendo al aire. «Bienvenidos a bordo» trata de cumplir con el protocolo necesario para evitar nuevos contagios de coronavirus en plena pandemia. Por lo cual, el programa de juegos tiene invitados que cumplen el distanciamiento social, una de las principales recomendaciones que pusieron sobre la mesa las autoridades sanitarias de todo el mundo. En ese contexto, Adabel Guerrero no pudo evitar quedar encantada con la facha de un taxista.
En el último programa, Augusto Yovino, que además de manejar un taxi es arquero de Alem, trató de sacar el lingote en uno de los segmentos del show y se llevó las miradas de la vedette. «Mucha facha Augusto Yovino, locutor. Tiene mucha facha. Son esas caras, onda la mía, locutor. ¿Estás en pareja?», le preguntó Guido Kaczka. «Soltero», contestó el guardametas del equipo de la Primera C del fútbol Argentina.
«Está Adabel Guerrero. Tiene mucha facha, ¿No te parece Adabel?», le preguntó Guido a la bailarina. «Mucha facha. Está acá nomás. Lo podría ir a saludar», sugirió ella, tirándole onda al taxista. «Juego a la pelota en realidad. Hace tres años que manejo un taxi. Ahora ni entrenamos», contó el futbolista. «Vengo a hacerte el aguante», dijo Adabel, que se alegró al enterarse que era soltero.
El futbolista de 28 años no pudo sacar el lingote pero le robó un par de suspiros a la mediática. Leandro N. Alem marchaba en mitad de tabla de la Primera C del fútbol argentino que llegó a disputar 9 fechas antes del parate total a causa de la pandemia de coronavirus. En una entrevista para doble amarilla, el arquero contó cómo es su realidad en un momento en que los jugadores del ascenso no están recibiendo ingresos.
«Yo gracias a Dios puedo laborar con el taxi porque tengo la habilitación como para poder estar en la calle, pero tengo compañeros que la están pasando peor porque directamente no puede salir a la calle a hacer sus actividades. Es todo un tema porque no pueden generar ingresos. En el club están pagando, pero la mano viene difícil», reconoció el hombre que se quedó con las miradas de Adabel Guerrero en «Bienvenido a Bordo».